Imagen extraída de : https://es.wikipedia.org/wiki/Picor_(prurito)#/media/File:Itch.jpg
Todos hemos sentido a veces ese picor insidioso que nos obliga a
rascarnos hasta hacernos sangre en la piel.
Hay personas que lo sufren a diario, son los que tienen la
dermatitis atópica.
Según Wikipedia “La dermatitis atópica es una enfermedad
inflamatoria crónica recidivante de la piel, intensamente pruriginosa, que
afecta fundamentalmente a codos y rodillas, el cuero cabelludo, la cara y el
torso.
Se presenta a menudo en familias con enfermedades atópicas
(dermatitis atópica, asma bronquial y/o rinoconjuntivitis alérgica). Es una de
las enfermedades cutáneas más frecuentes.
No se conoce su causa exacta, pero se cree que están
involucrados factores genéticos, disfunciones del sistema inmunitario, factores
ambientales y alteraciones en la permeabilidad de la piel.
Las personas con dermatitis atópica a menudo tienen antecedentes
de condiciones alérgicas como asma, fiebre del heno o eccema o presentan
pruebas alérgicas cutáneas positivas, pero esta enfermedad no es causada por
una alergia.”
Las personas que la sufren viven un calvario cada día y los
medicamentos actuales solamente son paliativos. También las que sufren
ictericia o las que sufren bilirrubinemia, por problemas en el metabolismo de
la bilirrubina.
Según Wikipedia “La mayor parte de la bilirrubina proviene de la
ruptura del grupo hemo de los glóbulos rojos degradados. Sin embargo,
aproximadamente el 20 % proviene de otras fuentes de grupos hemo, incluyendo
eritropoyesis defectuosa y la ruptura de otras proteínas con grupos hemo, como
la mioglobina del tejido muscular y los citocromos. El tratamiento se orienta a
eliminar la excesiva degradación de los glóbulos rojos.
Los corticosteroides tópicos, principalmente la hidrocortisona,
han demostrado buenos resultados en el manejo de la dermatitis atópica. Si
estos no resultan efectivos, se pueden emplear durante cortos períodos de
tiempo inmunosupresores tópicos, tales como el tacrolimus o el pimecrolimus, si
bien normalmente se evitan ya que pueden causar cáncer de piel o linfoma. Los
antihistamínicos por vía oral ayudan a reducir el picor.”
Sin embargo los últimos descubrimientos sobre las causas
neurológicas del picos dan una esperanza para estas personas.
En un estudio publicado en Neuron, los científicos
demuestran que la actividad de un pequeño subconjunto de neuronas, ubicadas en
una región cerebral profunda llamada sustancia gris periacueductal, rastrea el
comportamiento de rascado evocado en ratones.
Otros estudios Estudios recientes han
identificado subtipos específicos de neuronas en el circuito de picazón
espinal, incluidas las células que expresan el receptor peptídico liberador de
gastrina (GRPR).
Segun el comunicado de Univadis
"Investigadores chinos han revelado el mecanismo del cerebro que
impulsa este circuito de retroalimentación incontrolable y que provoca
rascarnos al sentir picor. En un estudio publicado en Neuron, los
científicos demuestran que la actividad de un pequeño subconjunto de neuronas,
ubicadas en una región cerebral profunda llamada sustancia gris periacueductal,
rastrea el comportamiento de rascado evocado en ratones."
En el nuevo estudio, los científicos primero registraron en
neuronas de la materia gris periacueductal en ratones que se movían libremente
y que fueron inducidos a rascarse a través de inyecciones con histamina o con
un medicamento antimalárico llamado cloroquina.
El comportamiento de rascado
inducido por la picazón daba pistas de la actividad de un conjunto específico
de neuronas que producen un
neurotransmisor llamado glutamato y un neuropéptido llamado taquiquinina 1
(Tac1).
Cuando los investigadores eliminaron las neuronas que expresaban
Tac1, el rascado inducido por el picor disminuyó significativamente. En
contraste, la estimulación de estas neuronas desencadenó un comportamiento de
rascado espontáneo, incluso sin histamina o cloroquina, al activar las neuronas
que expresan GRPR en el circuito del picor espinal.
Sun dice que "La sensación de picazón juega un papel clave
en la detección de sustancias dañinas, especialmente las que se han adherido a
la piel -dice Sun-. Dado que la picazón conduce al comportamiento de rascarse,
esto permite al animal deshacerse de las sustancias dañinas.
En algunos casos,
la lesión causada por rascarse puede provocar fuertes respuestas inmunitarias,
que podrían ayudar a combatir las sustancias invadidas".
En estudios futuros, Sun y su equipo planean investigar qué
moléculas de las neuronas periacueductales que expresan Tac1 pueden ser
atacadas por fármacos.
Referencias:
Gao ZR, et al.
Tac1-Expressing Neurons in the Periaqueductal Gray Facilitate the
Itch-Scratching Cycle via Descending Regulation. Neuron. 2018 Dec 5. pii:
S0896-6273(18)31001-8
1 comentario:
Much obliged to you for giving such essential data, and a debt of gratitude is for sharing this issue.
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