Gala fin de curso 2023

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lunes, 27 de agosto de 2018

ÁREAS CEREBRALES EN EL PENSAMIENTO CIENTÍFICO Y RELIGIOSO o POLÍTICO




Imagen extraída  de:
https://en.wikipedia.org/wiki/Limbic_system#/media/File:1511_The_Limbic_Lobe.jpg

Nuestra mente suele trabajar ahorrando energía y esfuerzo en la medida de lo posible. Para muchas decisiones utilizamos una forma intuitiva y rápida de pensar que nos saca de los apuros de la vida. Esto nos vale para las situaciones de rutina para las que nuestra memoria de hechos vividos y experiencia pasada, nos permite decidir rápidamente sin gastar tiempo ni energía.
Por ejemplo si mi camino va hacia el sur solo tengo que ver la posición del sol que sale por el este y se pone por el oeste y orientarme. Si me preguntan cuantas son dos y dos, sin esfuerzo respondo que cuatro.

Si embargo si me preguntan cuantas son 235+987 ya tengo que hacer un esfuerzo especial y un calculo en el que intervienen mas áreas cerebrales.
El pensamiento científico es un pensamiento analítico que consiste en observar ciertos fenómenos y desarrollar un modelo que permita establecer como están relacionados entre si. Hay que encontrar algo nuevo que antes no existía y ello exige un gran esfuerzo mental.
Para determinar que es la tierra la que gira sobre si misma y no el sol el que gira alrededor de la tierra fueron necesarias muchas observaciones, cálculos de las órbitas e los planetas y un modelo gravitacional que explique todo ello. (Caso Galileo )

Normalmente el pensamiento científico solo es posible ejercitarlo cuando la persona tiene uso de razón, ciertos conocimientos científicos  y una cierta práctica.

Sin embargo el pensamiento religioso o politico se puede adquirir desde niño siempre que se viva en un entorno social que te eduque en la existencia de un Dios, de una moral del bien y del mal, del pecado, de una ideología, etc.
Además esta doctrina religiosa no tiene que ser contrastada con la realidad ni tiene que evolucionar pues suele ser revelación de Dios que no cambia. Tampoco hay forma de demostrar la verdad de las ideologías. 

Este pensamiento religioso o politico utiliza áreas cerebrales en parte diferentes de las del pensamiento científico. 
Es decir que cuando queremos tratar un fenómeno con el pensamiento religioso o politico no utilizamos generalmente el pensamiento analítico y aceptamos de buena fe cosas que serian cuestionables. 
Cuando utilizamos el pensamiento científico somos mas críticos, establecemos hipótesis, un modelo y buscamos que el modelo explique la realidad. Este pensamiento requiere gran concentración mental y consume mucha energía en las muchas áreas cerebrales involucradas.
El pensamiento religioso o politico utiliza las áreas cerebrales de la emotividad, intuición. No requiere contraste con la realidad y utiliza muchas menos áreas cerebrales que el pensamiento científico.
El pensamiento científico y religioso o politico compiten entre sí en varios niveles.
Por ejemplo, la activación de uno generalmente se debilita el otro.

El conflicto entre ciencia y religión se remonta a hace cientos de años e incluso es un debate que, aunque ya no con tanta intensidad como hace siglos, sigue estando presente en nuestros días. Los cristianos conmemoran el milagro de la resurrección de Jesucristo y otras religiones tienen similares relatos de sus dioses o héroes. Y creer que Adan lo creo Dios del barro y que la mujer Eva fue creada de una costilla de Adan solo es posible si se tiene una forma de pensar predominante no analítica ni científica.

Hay numerosos trabajos publicados que afirman que existen regiones del cerebro responsables del pensamiento moral o ético que se "apagan" cuando se aplica el pensamiento científico. Y viceversa cuando aplicamos el pensamiento religioso o político apagamos las áreas del pensamiento científico y analítico y aceptamos mas fácilmente ciertas cosas que no son tan racionales (la trinidad de Dios y otros misterios).

Esta es la cuestión a raíz de la cual ha surgido un nuevo estudio de la Case Western University y Babson College (EEUU), publicado en la revista PLOS ONE, cuyos resultados determinan que hay dos mecanismos cerebrales: uno relacionado con la empatía (la percepción social y emocional) y otro para el pensamiento analítico (en el que se incluye el conocimiento del mundo físico).
Tony Jack, el investigador principal de este trabajo, explica que además estos dos mecanismos entran en conflicto o, mejor dicho, "se suprimen el uno al otro". Parece ser que al creer en un ente superior o espiritual las personas suprimen las redes cerebrales utilizadas en el pensamiento analítico y emplean la red empática. Cuando se utiliza el pensamiento analítico para analizar el mundo físico, sucede lo contrario.
Al enfrentarse a una cuestión ambigua como puede ser un dilema moral, las diferencias son más claras. "Sabemos que para algunos dilemas morales difíciles, la red cerebral que cada uno emplea dictamina qué tipo de principios guían tu respuesta", continúa Jack.
En todo caso, este investigador considera que el conflicto entre ciencia y religión puede evitarse si cada una de estas actividades realiza su función, sin extralimitarse e interferir en el cometido de la otra

En otro estudio de la revista PLOS ONE se investigo si era posible aplicar el pensamiento científico y mantener también la sensibilidad moral.
En paralelo con la tensión histórica entre la ciencia y la religión, los estudios psicológicos recientes han puesto de manifiesto un conflicto en la mente de las personas entre pensamiento científico y religioso o politico.
Por ejemplo, la exposición de las personas a los estímulos que la ciencia o el pensamiento analítico conduce a una reducción en la fe religiosa. Además, los pensadores intuitivos son más propensos a creer en Dios que pensadores analíticos. De manera similar, el mismo estudio también encontró que cuando las personas se le indujo a pensar de forma analítica, reportan menos creencia en Dios.

Por otra parte, la exposición de las personas a los símbolos religioso o politicos les lleva a más sensibilidad pro-social, y por lo tanto moral
Por el contrario, la exposición de las personas a argumentos científicos en el sentido de que el libre albedrío es una ilusión les hace más propensos a ser infieles en una tarea posterior.
Si se supone la existencia de relaciones causales muy simples entre el pensamiento religioso o politico, científico y moral, se esperaría que el pensamiento científico puede conducir a un debilitamiento de la moral.
Un estudio reciente reveló que, en contraste con la expectativa, exponiendo a la gente a los estímulos de la ciencia les conduce a un aumento de la sensibilidad moral.
Es evidente que la relación entre el pensamiento científico, religioso o politico y moral es más compleja de lo que inicialmente asumió.
Dado que la primacía del pensamiento religioso o politico en una persona aumenta el comportamiento moral y la sensibilidad moral, la primacía del pensamiento científico cabria de esperar que tenga el efecto contrario.
Sin embargo, se ha demostrado recientemente que por el contrario, el primacía de la ciencia aumenta la sensibilidad moral.
El presente conjunto de  tres estudios trató de replicar este efecto y poner a prueba dos explicaciones para ello:
Estudio 1 consiste en una tarea para descifrar una frase en la que prima el pensamiento científico, pero donde no puede medir su efecto sobre la sensibilidad moral.

Estudio 2 replica el efecto consiguiendo una medida de la sensibilidad moral.

Estudio 3 probó si las palabras de una frase crean este efecto de la sensibilidad moral, mediante la activación de la idea de la autoridad secular o activando el pensamiento analítico.

Se demostró que las palabras relacionadas con la autoridad secular produjeron un aumento similar en la sensibilidad moral; pero no las palabras relacionadas con el pensamiento analítico (el nivel de religiosidad de los participantes no influyó en este hallazgo básico).

Los resultados son consistentes con la hipótesis de que la ciencia como una institución secular ha superado algunas de las funciones de la religión en las sociedades modernas, para conocer y explicar el universo y la naturaleza.

Bibiografia: When Science Replaces Religion: Science as a Secular Authority Bolsters Moral Sensitivity by Onurcan Yilmaz , Hasan G. Bahçekapili. PloS September 11, 2015


REFORZAR TU MEMORIA CON MAS EJERCICIO Y MENOS SUPLEMENTOS MILAGROSOS




Los enemigos de la memoria son el estrés, el exceso de cortisol en sangre, la fatiga, la falta de sueño, el aburrimiento, etc.
Los amigos de la memoria son el ejercicio físico, el sueño reparador, la motivación, la atención, la autoestima y el trabajo ejercitando la memoria.
La memoria es una función compleja en la que intervienen muchas áreas cerebrales y depende de la capacidad de crear sinapsis entre redes neuronales que interconectan las áreas auditivas, visuales, el área frontal, el locus coeruleus y el hipocampo.
El locus coeruleus es una pequeña parte del tronco cerebral que libera norepinefrina, el neurotransmisor responsable de la regulación de la frecuencia cardiaca, la atención, la memoria y la cognición. Sus células o neuronas envían ramificaciones como los axones a través de gran parte del cerebro y ayudan a regular la actividad de los vasos sanguíneos.  De hecho, su alta interconexión puede hacerlo más susceptible a los efectos de las toxinas e infecciones en comparación con otras regiones del cerebro. Parece ser el primer lugar del cerebro afectado por la enfermedad de Alzheimer (por acumulación de proteína Tau).
Universidad de Stanford que, en un estudio dado a conocer en Nature Neuroscience, sacaron a relucir que el cerebro de los niños de 7 a 9 años a la hora de solucionar problemas matemáticos se comporta de manera distinta al cerebro adulto. La clave está en el hipocampo, una región cerebral en forma de caballito de mar esencial para que la memoria se forme. Mientras que en los niños es la zona más activa cuando resuelven problemas, al madurar apenas se activa, y en su lugar lo que entra en acción es el neocórtex cerebral, formado por seis capas de neuronas, donde el conocimiento matemático ya está consolidado.
Por otra parte, un estudio noruego del que se hacía eco Psychological Reports llegó a la conclusión de que lo que nos hace buenos en mates no es tanto el talento innato sino la práctica. "No existe un gen matemático", concluían los investigadores, que en sus experimentos pusieron a prueba cómo se desenvolvían setenta estudiantes de 10 años de edad en nueve tipos de tareas matemáticas, orales y escritas, abarcando desde sumas y restas hasta multiplicación mental o entender las manecillas del reloj y el calendario. Y demostraron que la destreza en cada una se adquiría con independencia del resto. La única forma de ser realmente unos ases de las matemáticas, concluían, es practicar.
Sin memoria tendríamos graves problemas, perderíamos nuestra identidad, nuestros recuerdos, nuestras habilidades y nos convertiríamos en poco mas que vegetales. Salvo en el caso de enfermedades crónicas graves como el Alzheimer esto no suele suceder; pero si que es cierto que podemos hacer mucho para mejorar nuestras  memorias (visual, auditiva, episódica, analítica, matemática, etc.)
Cuando tienes una semana de gran presión en el trabajo y es cuando más centrado deberías estar, es justo cuando mayor sucesión de despistes y olvidos encadenados tienes. Te preguntarás a qué se debe tamaño infortunio, cuando sueles tener una memoria de elefante y eres el ser más responsable bajo la capa de las estrellas. Pues, según algunas investigaciones, el estrés y la adversidad debilitan la capacidad del cerebro para aprender y retener información.
Para evitar que el estrés te juegue una mala pasada en este sentido, olvida el típico remedio de abuela de tomar rabos de pasa, ya que un estudio neurológico en ratones ha encontrado otra solución a este problema: el ejercicio regular puede contrarrestar esos efectos reforzando la comunicación entre las células cerebrales. Y no hablamos de ‘ejercicio mental’, sino el de sudar la gota gorda.
El ejercicio potencia el riego sanguíneo del cerebro, y la señalización entre áreas cerebrales y cuanto más fuertes sean los mensajes entre las neuronas, más fuertes y permanentes serán los recuerdos que guardan.
Sin embargo, esta conclusión se obtuvo tras observar a dos grupos de roedores: uno sedentario y otro que corría en la rueda. Además, los animales fueron sometidos a situaciones estresantes para intentar emular la ansiedad laboral o de otra índole que puede vivir un ser humano en su vida cotidiana. Tras esto se les introdujo en un laberinto para que aprendiesen el camino de vuelta y así poder comprobar el funcionamiento de su sinapsis.
Los resultados mostraron que, tras tres días de estrés crónico, las conexiones intracelulares de los roedores sedentarios eran mucho más débiles, mientras que la sinapsis de los que hacían ejercicio en la rueda era mucho más efectiva y fuerte, aun habiendo sido sometidos a estrés.
El ejercicio físico reduce el estrés y facilita el sueño y el descanso que mejoran la memoria. Mejora tu salud mental y tu estado de ánimo. Durante el ejercicio, su cuerpo libera sustancias químicas (endorfinas) que pueden mejorar su estado de ánimo y hacer que se sienta más relajado. Esto puede ayudar a lidiar con el estrés y reducir su riesgo de depresión.
Ayuda a mantener sus habilidades de pensamiento, aprendizaje y buen juicio a medida que envejece. El ejercicio estimula a su cuerpo a liberar factores de crecimiento, hormonas y otras substancias químicas que mejoran la función de su cerebro.
Extraído de:


sábado, 25 de agosto de 2018

LAS DOS CARAS DE LA INFLAMACIÓN y como mitigarla






 https://es.wikipedia.org/wiki/Artritis_reumatoide#/media/File:Rheumatoid_Arthritis.JPG

La inflamación tiene una cara buena que es curativa, en presencia de un traumatismo o una infección, el sistema inmune pone en marcha una señalización para generar una inflamación que permite confinar el tejido dañado, destruir las células muertas y volver a regenerarlo.
La cara mala de la inflamación es cuando el sistema inmune provoca una inflamación crónica que poco a poco va destruyendo tejidos (arterias, cartílago, alveolos, riñones, etc.) sin que tenga lugar la regeneración de dichos tejidos.
La inflamación empieza por la  unión de anticuerpos a antígenos en los tejidos, irritación mecánica o lesión.

Los microbios que rompen las barreras epiteliales, por ejemplo, activan directamente el complemento y los receptores tipo toll, dos componentes principales del sistema inmune innato sistema. La activación de estos centinelas desencadena la síntesis y liberación de mediadores inflamatorios con efectos agudos en las células epiteliales de los vasos.
Esto produce la vasodilatación localizada, el aumento de la permeabilidad vascular, la extravasación de proteínas plasmáticas (y humorales) y la migración de leucocitos al tejido afectado producen los signos clásicos de inflamación: calor, dolor, rubor, tumor.

Otras veces la inflamación la provoca un derrame por rotura de vasos y se originan enfermedades inflamatorias en los órganos periféricos o en el sistema nervioso central, que incluyen apoplejía aguda, hipertensión e incluso afecciones crónicas como la enfermedad de Alzheimer.
Los glóbulos blancos migran desde la médula del hueso (fémur, esternón, tibia, cráneo, brazos, pelvis, etc.) hasta el tejido afectado. Las células del sistema inmunitario que responden a un derrame u otra lesión cerebral en un modelo animal provienen, según un reciente descubrimiento un equipo de investigación del Hospital General de Massachusetts, en Estados Unidos, y publicado en la revista ‘Nature Neuroscience’) de la médula ósea del mismo cráneo y migran por canales especiales de forma mas rápida que los que vienen de la médula de otros huesos.

¿Qué tienen en común las enfermedades del corazón, la obesidad, la artritis reumatoide, la diabetes, la gota, el asma y otras enfermedades crónicas? ¡La  Inflamación que lleva asociada! Si estamos padeciendo una enfermedad crónica deberíamos interesarnos por este tema y ver que remedios nutricionales y cambio en hábitos saludables necesitamos para mejorar nuestra salud.

Hay dos tipos de inflamación: aguda (a corto plazo) y crónica (a largo plazo). Si bien la inflamación aguda es una parte esencial del proceso de curación, la inflamación crónica puede provocar que muchas de las afecciones y es un factor de riesgo para la salud.

La inflamación es un elemento clave en una amplia gama de enfermedades crónicas, que incluyen enfermedades cardíacas, diabetes, síndrome metabólico, psoriasis y enfermedad inflamatoria intestinal.

También las alergias provocadas porque el sistema inmunitario se vuelve hipersensible a alérgenos como el polvo y el polen; provocan inflamación. La exposición repetida a estos alérgenos puede provocar inflamación, que, si no se controla, puede causar daño tisular.

Las articulaciones pueden sufrir artritis reumatoide y gota, y la inflamación es un factor clave en ambos. En el caso de la artritis reumatoide, el sistema inmune del cuerpo se ataca a sí mismo, lo que lleva a una inflamación que puede dañar los tejidos. La inflamación asociada con la gota puede, a largo plazo, causar daño articular y pérdida de movilidad.

Incluso tu cerebro es susceptible a la inflamación; que puede alterar el flujo sanguíneo al cerebro, lo que produce daño tisular y deterioro cognitivo. La inflamación también puede conducir a la acumulación de proteínas Tau de proteínas dañinas relacionadas con el Alzheimer.

Que podemos hacer?

Medicamentos

Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como el paracetamol, la aspirina y el ibuprofeno frenan la inflamación y son analgésicos. También los cortico esteroides pueden cortar la inflamación, pero no se deben tomar por mucho tiempo y siempre con la supervisión del médico. Todos medicamentos tienen beneficios y riesgos y es el medico el que evalúa, cuanto como y durante cuánto tiempo se deben tomar.

Alimentos

Además de los medicamentos antiinflamatorios, tenemos muchos alimentos como ácidos grasos de cadena larga omega 3, frutas, verduras y nueces, minimizar el estrés, dormir más y dejar de fumar, pueden ayudar a controlar la inflamación crónica y prevenir o reducir su efectos dañinos.

Frutas y vegetales. La mayoría de las frutas de verduras de colores brillantes contienen altos niveles de antioxidantes naturales y compuestos protectores de polifenoles que se encuentran en las plantas.

Nueces y semillas. Los estudios también han asociado nueces y semillas con marcadores reducidos de inflamación y un menor riesgo de enfermedad cardiovascular y diabetes.

Bebidas Se cree que los polifenoles en el café y los flavonoles en el cacao tienen propiedades antiinflamatorias. El té verde es rico en polifenoles y antioxidantes.

Los probioticos se han mostrado eficaces para controlar diarreas e inflamaciones crónicas.

Ejercicio físico


El ejercicio físico practicado con regularidad reduce la inflamación crónica y alivia el dolor.