Gala fin de curso 2023

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Zamora y Toro misa y conciertos

martes, 31 de marzo de 2020

LA IMPORTANCIA DE PRACTICAR HÁBITOS SALUDABLES DURANTE EL CONFINAMIENTO POR LA PANDEMIA DEL CORONAVIRUS


 





Imagenes sacadas de:
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Vis2.jpg
https://pixabay.com/es/photos/manos-jab%C3%B3n-burbujas-higiene-2238235/
La alimentación para los deportistas que durante el confinamiento por el COVID19 deben reducir la carga de entrenamiento , deberá ser ajustada para no ganar peso por acumulación de grasa durante estos meses:
En tiempos de mas sedimentarismo se debe cuidar la recuperación después del ejercicio, para evitar lesiones y agujetas. Importante los estiraminentos despues del ejercicio.
También es importante el dormir bien y el control de las emociones para evitar el picoteo estando cerca la nevera.

Durante los meses que durará el confinamiento durante la pandemia, podemos descuidar nuestros hábitos saludables y volvernos más sedentarios y descuidar la dieta. Como resultado acabaremos con algún kilogramo de grasa de más y en mala forma física. Esto puede suponer un problema para nuestra salud que nos costará meses corregir. Por ello es importante mantener buenos hábitos. El ejercicio es una pieza fundamental. No solo el aeróbico sino el de fuerza y flexibilidad. Para estos últimos no hace falta grandes espacios. Se pueden hacer en la habitación, con o sin pesas, basta una mochila o una botella de agua para cargar el músculo.

En youtube y en TV2 teneis programas con ejercicios para hacer en casa:

https://www.rtve.es/m/alacarta/videos/muevete-en-casa/ejercicios-piernas-gluteos-mochila-cesc-escola-muevete-casa-gratis/5545343/?media=tve&fbclid=IwAR0Tq741RNGlnjwvzSxH07Dscp6Ix10aC5PRx-RN5LFjc13M5YV8h5_3FDI

Lo primero sera reducir los hidratos de carbono , consumiendo hidratos complejos y cereales integrales; y eliminando pan blanco arroz blanco, bollería, dulces, azúcar añadido, pasteleria (incluidos las torrijas y buñuelos que se deben tomar solo ocasionalmente)

Reducir las grasas saturadas y consumir las monoinsaturadas como aceite de oliva y las poliinsaturadas como pescado, atún, salmón, lubina, dorada

Ajustar las proteínas (0.8 a 1.2gramos por Kilo de peso corporal) y que sean de buena calidad como pescado,huevos,lácteos, legumbres

Seguir estando bien hidratados, sobre todo después de entrenar

Tomar las 5 raciones de frutas y verduras de temporada que nos proporcionan las vitaminas y minerales.

Para potenciar el sistema inmune que es el encargado de combatir el coronavirus los expertos recomiendan aumentar el consumo de vitaminas C y D, de los ácidos grasos omega3 de cadena larga y el Zinc.

" En particular, los investigadores recomiendan no solo un complemento multivitamínico diario, sino dosis de 200 mg o más de vitamina C (más altas que las pautas federales sugeridas de 75 mg para hombres y 50 para mujeres) y 2.000 unidades internacionales de vitamina D, en lugar de 400 a 800 según la edad" , según se publica en Nutrients. 2020;12(4):E1181. Published 2020 Apr 23. doi:10.3390/nu12041181

Evitar el estrés que produce el estar confinado, evitando aburrirse, usando las redes sociales, hacer algo que te gustaría ahora que tienes tiempo, aprender cosas, escuchar música y leer.

Finalmente las medidas higiénicas de lavarse las manos, aislamiento de más de un metro y otras anunciadas por las autoridades sanitarias son esenciales para evitar contagios.

Por primera vez en la historia de la humanidad hay en el mundo más personas obesas que desnutridas gracias al aumento en la producción de alimentos. La obesidad, junto con el síndrome metabólico y la diabetes tipo-2; que antes aparecían en los mayores, actualmente están apareciendo en personas de todos los países y de todas las edades, fruto del sedentarismo y la mala alimentación.

De ahí las numerosas campañas de las organizaciones sanitarias (como la Agencia Española de la Seguridad Alimentaria a través de la estrategia NAOS1), para promocionar la actividad física y educar a la población en el seguimiento de la dieta mediterránea y la sustitución del consumo de grasas saturadas y grasas trans, por grasas mono-insaturadas como el aceite de oliva.

La obesidad es actualmente una pandemia y uno de los principales problemas de salud pública. Según la OMS, tres millones de muertes anuales son atribuibles al sobrepeso y obesidad. Un balance positivo entre la ingesta y el gasto energético hace que se aumente el peso a largo plazo, si se siguen estilos de vida poco saludables. La obesidad se considera el resultado de una variedad de interacciones entre factores genéticos, sociales, económicos, enfermedades endocrinas, metabólicas y psicopatológicas

Dada su complejidad el abordaje del tratamiento de la obesidad debe de ser multidisciplinar con actuación conjunta de todos los agentes de salud: médicos y enfermeras de atención primaria y hospitalaria, endocrinos, educadores de actividad física, farmacéuticos, dietistas y psiquiatras.

Dado el aumento imparable de prevalencia del sobrepeso, así como de las dificultades para su tratamiento una vez establecidas, es lógico pensar en la necesidad de prevenirlas, la prevención de la ganancia ponderal es más fácil, menos cara y potencialmente más eficaz que tratar la obesidad una vez establecida.

Existen muchos tratamientos para la obesidad, pero pocos son eficaces y casi ninguno eficiente. Por el momento la cirugía bariátrica en obesos ha demostrado ser efectiva.

Es preocupante el hecho de que en España el 23% de la población adulta tiene obesidad, el 43% sobrepeso y un 35% obesidad abdominal según el “International Obesity Taskforce”. Las dietas hiperproteicas y las dietas cetogénicas aunque eficaces a corto plazo, no suelen tener éxito a largo plazo, si no van acompañadas de modificación de hábitos alimentarios. Como medida preventiva para evitar sobrepeso y obesidad se recomienda seguir primero una terapia cognitiva para controlar mejor las emociones, y a continuación dieta sana y practicar de ejercicio regularmente para quemar el exceso de calorías.

La pérdida saludable de un mínimo de entre 5% y el 10% del peso corporal se asocia con disminución de factores de riesgo, como la hipertensión arterial y del colesterol que son una causa principal de las enfermedades cardiovasculares.

Recientemente en España la población ha asimilado la importancia del ejercicio físico para la salud física y psíquica.

Se puede ver como los usuarios de los gimnasios ha aumentado significativamente.

Si embargo no debemos descuidad la importancia de la dieta y del control del peso.

Los estudios epidemiológicos muestran que en las últimas décadas el estilo de vida y los hábitos alimentarios han cambiado entre la mayor parte de la población mediterránea, que tradicionalmente seguía una dieta basada en el aceite de oliva, pescado, cereales, hortalizas y frutas. De ahí el interés por recuperar patrones de la dieta mediterránea, considerada como un elemento clave para combatir y reducir la obesidad entre la población, prevenir el cáncer de mama, promover el aumento de longevidad; así como la prevención de enfermedad cardiovascular según el estudio de los Siete países.


Junto al notable aumento de la prevalencia del sobrepeso y la obesidad como pandemia, aparece un incremento de enfermedades crónicas asociadas como enfermedad cardiovascular, hipertensión, diabetes y una mayor susceptibilidad a padecer procesos infecciosos, inflamatorios e incluso algunos tipos de cáncer.

Para abordar el creciente problema del sobrepeso y la obesidad cada vez más preocupante en la población infantil, adolescente y juvenil, se recomienda fomentar medidas nutricionales que incluyan recuperar patrones dietéticos de la dieta mediterránea como el aceite de oliva.

Aparte de su implicación en una dieta sana, las sustancias antioxidantes / anti-inflamatorias presentes en el aceite de oliva virgen-extra, como son los polifenoles, podrían ser una buena estrategia para potenciar los sistemas antioxidante e inmunitario, combatiendo muchas de las alteraciones fisiológicas presentes en la obesidad (disfunción endotelial, aumento de ROS, peroxidación lipídica, inflamación crónica, síndrome metabólico, entre otras).
Los polifenoles (tirosol, hidroxitirosol, oleocantal (que da el sabor picante), etc.) están presentes en ciertos tipos de aceite de oliva virgen-extra (y no en el refinado), en cantidades fisiológicamente activas. Tomados en cantidades compatibles con la dieta, tienen biodisponibilidad suficiente para ejercer el efecto protector deseado en humanos. Además, está demostrado que el aceite de oliva en la dieta habitual ayuda a mejorar el perfil lipídico y la respuesta vasodilatadora dependiente del endotelio; además de amortiguar la inflamación inducida por la ingesta de dietas pobres en compuestos fenólicos o ricas en ácidos grasos saturados.

En España es de fundamental interés la intervención nutricional con el aceite de oliva virgen extra, por el efecto beneficiosos de los polifenoles.


En 2004 la Food and Drug Administration (FDA) consideraba probado que 23 g /día de aceite de oliva virgen pueden reducir el riesgo coronario.

Las personas con patologías cardiovasculares, respiratorias y metabólica tienes mas riesgo si son infectadas por el COVID-19

Referencias:

Nutrients. 2020;12(4):E1181. Published 2020 Apr 23. doi:10.3390/nu12041181



viernes, 13 de marzo de 2020

¿QUIEN LO IBA A IMAGINAR? NUESTROS POLÍTICOS DESDE LUEGO QUE NO

Para dejar constancia del momento en que vivimos, animado por la iniciativa de J.P, yo tambien copio este articulo de Juan Manuel Jimenez Muñoz.Médico y escritor malagueño; que lo  define admirablemente. Saludos J.L.
"INIMAGINABLE.
¡Quién lo iba imaginar! ¡Quién lo iba a suponer! ¡A quién se le iba a ocurrir! Era, verdaderamente, algo que a nadie sensato se le podía pasar por la cabeza. Si a principios de marzo un virus corría como la pólvora por España, y ya había jodido a Italia, a Corea, a Irán y a China, era impensable que cientos de multitudinarias manifestaciones por toda la geografía peninsular pudieran tener efecto en la propagación del virus.
VOX, por ejemplo, no tuvo otra ocurrencia que agrupar a 9000 personas en un espacio cerrado y enviarles al “acatarrado” Ortega Smith para estrecharles la mano. Cagoentó.
La Andalucía del PP, por variar, se niega hoy a suspender la Semana Santa. Otra magnífica idea. Seguramente El Cautivo de Málaga y el Cachorro de Sevilla nos librarán de las miasmas. Cagoentó.
En otro lado del absurdo, una ensoberbecida Ministra de Igualdad, recién pisada la moqueta del poder y con muchas ganas de apuntarse un tanto, convocaba a los españoles y a las españolas, a los inscritos y a las inscritas, para salir felizmente a la calle el domingo 8 de marzo. Y así fue. Cientos de miles de personas salieron jubilosas a gritar consignas feministas, a estrecharse las manos, a besarse en las mejillas o en la boca, a sostener entre todas las mismas pancartas, a escupir los chicles en el suelo y a compartir canutos. ¡Quién lo iba imaginar! ¡Quién lo iba a suponer! ¡A quién se le iba a ocurrir! Era ese un escenario sin repercusión posible en la cadena del virus, en su transmisión humana. Era impensable que tal cosa supusiera un peligro de aceleración de la epidemia. Ni las mentes más brillantes, ni los epidemiólogos más listos, ni Albert Einstein redivivo, hubiesen caído en la cuenta.
Eso sí: este pobrecillo escritor que les habla fue fusilado en las redes por publicar un artículo contra la conveniencia de manifestarse en pleno brote epidémico. Y la cosa derivó en insultos y amenazas, y en improperios, y en un hacker que me entró en la cuenta, y en un castigo de facebook que me duró cinco días. A modo de ejemplo: un toro bravo llegó a decir en mi tertulia que “una sola bala sirve para 500 fascistas”. Tócate los huevos.
Hoy, 12 de marzo, Irene Montero tiene el coronavirus. Y yo lo siento muchísimo. Desde la absoluta certeza de que yo también lo pillaré (pues hace dos semanas que casi lo único que veo en mi trabajo son toses, fiebres, mocos, bronquitis y dolores de garganta), de corazón lo repito: lo siento mucho, Irene; espero que tu caso sea muy leve, y que te repongas pronto.
Pero eso no me impide recordar lo que escribí el 5 de marzo pasado, cuando faltaban tres días para las grandes manifestaciones feministas, el artículo que voló por las redes sociales y tantos problemas me trajo. Así acababa mi texto, pues tengo boca de cabra:
<<El próximo domingo 8 de marzo, como viene siendo tradicional desde hace décadas, celebraremos el Día de la Mujer. Temiendo al coronavirus, el Ministerio de Sanidad ha prohibido las aglomeraciones en los Centros de Salud, en los hospitales públicos, en los eventos deportivos, en las Ferias de Comercio, en los Congresos Médicos y en los besamanos religiosos. Pero no hay problema para el próximo domingo 8 de marzo. Irene Montero, aunque muramos todos, tendrá su fiesta de pijamas. Y miles y miles de mujeres empoderadas, al grito de “sola y borracha yo quiero llegar a casa”, acompañando a los Marqueses de Galapagar en su revolución hembrista, inundarán las calles de España. Ni el coronavirus impedirá que el próximo 8 de marzo estas activistas del Dios Baco se citen en todas las plazas de España y, al desgarrado grito de “sola y borracha yo quiero llegar a casa”, pidan el fin del heteropatriarcado, la castración química del hombre y el fusilamiento al amanecer del cromosoma Y>>.
Eso le dije a Irene. Eso le dije.
Y ahora, con el virus fuera de control, barajan los políticos las siguientes medidas extraordinarias:
a-Recuperar para el trabajo a los médicos jubilados.
Ozú. Yo recuperaría antes a los médicos liberados sindicales, a los médicos metidos a gestores y a los médicos metidos a políticos. Y si es posible, a los 30.000 médicos que se largaron de España hartos de ser puteados, agredidos y malpagados. Y dejad en paz, por favor, a los pobres jubilados. Son un grupo de riesgo para el virus, como todos los ancianos.
b-Movilizar al ejército con sus unidades médicas.
Vale. Pero por favor: no enviéis militares al País Vasco, a Navarra y Cataluña. Ya nos han dicho por activa y por pasiva que no los quieren.
c-Contratar a todos los médicos que hagan falta, sin examen o requisito alguno.
Bien. Sea. Pero no para Baleares, Cataluña y el País Vasco. Allí, mandad sólo a los de pedigrí idiomático: los que hablen correctamente catalán o euskera y aprueben el examen de idiomas, como vienen exigiendo últimamente.
d-Inyectar 3000 millones de euros, de hoy para mañana, en el Sistema Sanitario Público.
Estupendo. Pero… ¿dónde demonios teníais guardado ese dineral en estos últimos doce años? ¿Cómo habéis dejado pudrir la Sanidad Pública a bases de recortes? ¿Cómo es posible que los médicos tengamos pacientes con muchísimo retraso para hacerse el test del coronavirus, y con días de espera para obtener los resultados? ¿Cómo es posible que a algunos médicos y enfermeras, en primera línea de batalla, se le pongan trabas para esas pruebas? Y a cambio… ¿cómo es posible que a todos los políticos que han caído enfermos, o que son sospechosos de haber tenido contacto con enfermos, se les realicen esas pruebas de inmediato?
Y ya está. No digo más, que se me sube la tensión. Os dejo por hoy. Mañana repasaremos las medidas esenciales de protección personal contra el coronavirus. Si me dejan, claro. Y si el virus no me embiste.
Cagoentó."
Firmado:
Juan Manuel Jimenez Muñoz.
Médico y escritor malagueño.