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martes, 24 de mayo de 2016

TAI CHI Y/O EJERCICIO PARA MITIGAR LA OSTEOARTRITIS





Foto 1 Osteoartritis de rodilla , extraida de: http://orthoinfo.aaos.org/topic.cfm?topic=A00607
Foto2 Rodilla funcional, extraida de: Marcos Catalán Femenía Quiropráctico del grupo deportivo Ultimate Stack Especialista en lesiones deportiva: que recomienda "Mantenerse activo. Las rodillas necesitan movimiento para mantener lubricados los mecanismos de la articulación y a los músculos en buena situación de trabajo. Incluso movimientos muy pequeños pueden ayudar a dar ejercicio cíclico a la rodilla y prevenir así la rigidez articular.
Evitar movimientos dañinos. Para levantar pesos correctamente, las rodillas deben doblarse uniformemente, mientras que la espalda ha de mantenerse derecha; el peso se mantendrá pegado al cuerpo todo lo posible y las piernas dan la propulsión hacia arriba para levantarlo del suelo".

Con la edad y el abuso de las las articulaciones o los malos hábitos aparece la osteoartritis ayudado por un componente genetico. Las articulaciones se quedan si el cartílago que las lubrifica y evita la friccion y la inflamación correspondiente.
El sistema inmine ataca el caritalo y mata los condorcitos que mantienen la matriz cartilaginosas.

La osteoartritis de rodilla (OA) es un problema creciente entre los adultos mayores, causando dolor, limitación funcional y calidad de vida reducida.

La práctica tradicional china del tai chi, con su combinación de componentes físicos y mentales, parece prometedora para pacientes con OA.

Para demonstrar los beneficios del Tai Chi, los investigadores financiados por el NCCAM en Tufts Medical Center realizaron recientemente un largo plazo, aleatorizado y controlado que compara el tai chi y el ejercicio convencional en un grupo de 40 adultos (media 65 años) con artrosis sintomática de rodilla.

Los participantes del estudio fueron asignados a un grupo de tai chi o un grupo de control. Ambos grupos asistieron a clases de 60 minutos dos veces a la semana durante 12 semanas. El grupo de tai chi aprende y se practica de estilo Yang tai chi, modificado ligeramente para eliminar el exceso de tensión en las rodillas. El grupo control recibió educación para el bienestar e hizo ejercicios de estiramiento.

En comparación con el grupo control, los pacientes de tai chi tuvieron una mayor mejoría en el dolor, la función física, la auto-confianza en las habilidades propias,
Disminuyó la depresión y mejoró la calidad relacionada con la salud de vida.

El tai chi proviene de china antigua y puede beneficiar especialmente a los adultos mayores con sobrepeso, según los investigadores. Las personas más pesadas son más propensos a desarrollar osteoartritis que las personas con un peso saludable, de acuerdo con los Centros de Estados Unidos para el Control y la Prevención de Enfermedades.

"Estas personas normalmente se enfrentan a opciones limitadas debido a la ineficacia de los tratamientos de la artrosis", dijo Wang, que publica el articulo y es directora del Centro de Medicina Complementaria y Integrativa en la división de reumatología del Centro Médico Tufts en Boston.

Los investigadores siguieron a 200 personas, la edad promedio fue de 60 años.

La mayoría eran obesos o con sobrepeso y que habían sufrido osteoartritis de la rodilla durante un promedio de ocho años.
Con la osteoartritis de rodilla, el cartílago se desgasta, causando dolor, hinchazón, sensibilidad y rigidez.


Algunos ejercicios de fisioterapia estándar se dirigen a potenciar los cuádriceps, isquiotibiales y glúteos, todos los cuales contribuyen a la función de la rodilla sana y ayudar a prevenir lesiones, según la Arthritis Foundation.
Tai chi, por el contrario, es una práctica tradicional china mente-cuerpo que combina la meditación con movimientos lentos y suaves y elegantes; respiración profunda; y la relajación. La filosofía del tai chi y práctica datan de por lo menos 5.000 años.

Durante todo el estudio, los participantes de ambos grupos se les permitió tomar medicamentos de rutina, tales como fármacos anti-inflamatorios y acetaminofeno, y mantener sus visitas médicas habituales.

Al final de las 12 semanas, Wang y su equipo utilizaron cuestionarios para evaluar a los pacientes para el dolor, la rigidez y el funcionamiento conjunto. Ambos grupos mostraron mejoras significativas similares, de una duración de un año.

Los investigadores notaron que el grupo de tai chi también había un número significativamente mayor alivio de la depresión que los de la terapia física.

Estudios anteriores han demostrado que el tai chi puede ser eficaz para ayudar a dormir, al tiempo que reduce el estrés, la ansiedad y la depresión.

"El tai chi es una forma particularmente atractiva de ejercicio, ya que es muy bajo impacto y hace hincapié en el equilibrio, la coordinación y la fuerza"

Referencias:

  • Wang C, Schmid CH, Hibberd PL, et al.
    El tai chi es eficaz en el tratamiento de la osteoartritis de la rodilla: un ensayo controlado aleatorio. Arthritis & Rheumatism. 2009; 61 (11): 1545-1553.

martes, 17 de mayo de 2016

QUIEN MANDA EN LOS GRUPOS DE ANIMALES SOCIALES



foto de: http://www.webconsultas.com/dieta-y-nutricion/trastornos-alimentarios/vigorexia-2128
El éxito evolutivo de animales de mediano tamaño (entre ellos el hombre) ha sido el saber asociarse para protegerse , conseguir comida y multiplicarse con la máxima eficiencia.
En el momento en que se forma el grupo surge la competitividad entre sus miembros para conseguir ventajas dentro del grupo. Se decía que así los mas adaptados eran los que tenían mas descendencia y éxito al procrear.
Mucho se ha estudiado para conocer cuales son las características de un lider de esta naturaleza. Parece ser que hay similitud en lo que consiste un lider (macho alfa) y e las razones de su éxito como tal.
Con el resurgir de la inteligencia emocional se ha descartado que el lider tenga que ser dominante, violento, egoísta. Mas bien tiene que tener empatía, ser solidario, ocuparse de todos pero sobre todo de las hembras.

Los hombres se sienten a menudo presionados para comportarse como machos alfa. Macho alfa evoca la imagen del padre que deja claro en todo momento que tiene el control total de su hogar y que, lejos de su guarida, se convierte en un jefe malhumorado y agresivo. Pero ese estereotipo es una mala interpretación de cómo se comporta el genuino macho alfa en una familia de lobos, que es un modelo de conducta masculina ejemplar.
En mis observaciones de los lobos que viven en manadas en el parque nacional de Yellowstone, en Estados Unidos, he visto que los machos que mandan no lo hacen de forma forzada, ni dominante, ni agresiva para con los que le rodean.
Sí son, en cambio, de otra forma: el macho alfa puede intervenir de forma decisiva en una cacería pero, inmediatamente después de la captura, irse a dormir hasta que todo el mundo está saciado. “La principal característica de un lobo macho alfa, es una discreta confianza y seguridad en sí mismo. Sabe lo que tiene que hacer; sabe lo que más conviene a su manada. Da ejemplo. Se siente a gusto. Ejerce un efecto tranquilizador”.
En definitiva, el macho alfa no es agresivo, porque no necesita serlo. “Piense en un hombre seguro de sí, o en un gran campeón; ya ha demostrado todo lo que tenía que demostrar. Imagíneselo así: piense en dos manadas de lobos, o dos tribus humanas. ¿Cuál tiene más probabilidades de sobrevivir y reproducirse, el grupo cuyos miembros cooperan, comparten y se tratan con menos violencia unos a otros, o el grupo cuyos miembros están atacándose y compitiendo entre sí?”.
Ahora bien, saben ser duros cuando es necesario. Hubo un lobo famoso en Yellowstone —el 21, así llamado por el número de su collar—, a quien la gente que seguía de cerca su trayectoria consideraba un superlobo. Defendía ferozmente a su familia y, al parecer, nunca perdió una riña con una manada rival. Pero uno de sus pasatiempos favoritos era pelear con los cachorros de su manada. “Y lo que de verdad le gustaba hacer”, dice Rick, “era dejarse ganar. Le encantaba”.
Aquel gran lobo macho dejaba que un lobezno diminuto se le tirara encima y le diera mordiscos.
“Entonces él se dejaba caer patas arriba”, dice Rick. “Y el pequeñajo, con aire triunfador, se erguía sobre él sin dejar de menear la cola”.
La fuerza nos impresiona, pero lo que deja un recuerdo indeleble es la bondad.
Si uno observa a los lobos, no sólo con toda su belleza, su flexibilidad y su capacidad de adaptación, sino también con su violencia a la hora de defenderse y de cazar, es difícil evitar la conclusión de que no existen dos especies más parecidas que los lobos y los humanos.
Teniendo en cuenta que vivimos en grupos familiares, nos defendemos de los “lobos” humanos que nos rodean y controlamos a los “lobos” que llevamos en nuestro interior, es normal que reconozcamos los dilemas sociales y las búsquedas de estatus de los lobos de verdad.
Ayudar a obtener comida durante todo el año, llevársela a los recién nacidos, ayudar a criar a los hijos durante varios años hasta que alcanzan la madurez y defender a las hembras y a los jóvenes todo el tiempo contra los individuos que amenazan su seguridad, son un conjunto de atributos poco frecuentes en un macho. Los humanos y los lobos, y poco más.
En realidad, explica, en la manada existen dos jerarquías, “una de machos y otra de hembras”. ¿Y quién manda? “Es sutil, pero da la impresión de que las hembras son las que toman la mayoría de las decisiones”. Es decir, adónde dirigirse, cuándo descansar, qué ruta seguir, cuándo salir de caza.

En conclusión: a nuestro estereotipo del macho alfa no le vendría mal una corrección. Los verdaderos lobos nos pueden enseñar varias cosas: a gruñir menos, tener más “discreta confianza”, dar ejemplo, mostrar una fiel devoción al cuidado y la defensa de las familias, respetar a las hembras, compartir sin problemas la crianza. En eso consistiría ser un verdadero macho alfa.
Carl Safina es escritor, ecologista y profesor. Su último libro es Beyond Words; What Animals Think and Feel.
Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.
Extraido de:



jueves, 5 de mayo de 2016

PORQUE LOS HUMANOS (A DIFERENCIA DE LOS OTROS PRIMATES) SALIERON DE AFRICA Y CONQUISTARON EL MUNDO


Foto: islas Cies


Para que el hombre a diferencia de los primates pudiera salir de Africa y conquistar la tierra ha sido necesario al menos dos cosas:
Un cerebro mas desarrollado que le permita mejor memoria espacial, ansias de aventura y capacidad de exploración
Poder caminar sobre dos piernas largas distancias

Pero para poder mantener un cerebro así que consume gran cantidad de energía y músculos potentes que recorran grandes distancias hay que ser capaz de utilizar muchas fuentes de energía (animales, vegetales, pescados, mariscos, frutas, semillas, etc.) y además tener reservas de energía en forma de tejido adiposo para cuando escasee el acceso a la comida.

Dos parámetros que definen estas ventajas del hombre frente a los primates es la Tasa metabólica en reposo (gasto de energía por el cerebro, hígado, intestinos y músculos en reposo) y las reservas de grasa (en torno al 20% del peso corporal para hombres y del 40 % para las mujeres).

Si comparamos a los humanos con sus parientes más cercanos, chimpancés, gorilas y orangutanes, se observa que somos unos privilegiados. Los Homo sapiens se reproducen más que estos otros homínidos y sus bebés son de mayor tamaño, y, además, viven más y son capaces de mantener un cerebro insaciable que consume hasta el 25% de la energía que necesita un cuerpo.

Esta peculiaridad humana se ha tratado de explicar a través de cambios anatómicos y también culturales. Nuestra locomoción es más eficiente que la de otros primates y nuestro intestino, de menor tamaño, consume menos energía. Además, la introducción de la cocina permite asimilar más calorías a partir de la misma cantidad de comida.

Sin embargo, varios estudios han planteado que esas transformaciones no son suficientes para cubrir las necesidades de la máquina humana y otros rasgos culturales de nuestra especie, como las largas caminatas diarias de los cazadores recolectores, dilapidan el ahorro energético. Así que hay que buscar otras explicaciones.

Esta semana, en un estudio liderado por Herman Pontzer, investigador del Hunter College de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, que se publica en la revista Nature, un grupo internacional de científicos ha ofrecido una explicación alternativa.

Su punto de partida es la tasa metabólica basal (TMB), que es la energía que gasta el organismo en reposo y viene determinada por grandes órganos como el cerebro, el hígado o los intestinos. Para tratar de comprobar si ese ritmo de consumo energético básico era mayor en humanos que entre sus parientes más cercanos, analizaron el gasto total de energía de bonobos, chimpancés, gorilas y orangutanes. Sus resultados indican que consumimos de media 400 kilocalorías diarias más que los bonobos y los chimpancés, 635 más que los gorilas (aunque el mayor consumo era el de machos gorilas de más de 160 kilos) y 820 más que los orangutanes.

El aspecto más interesante de este elevado consumo de energía es que permite mantener un cerebro muy exigente, si se lo compara con el de otros homínidos.

Esa máquina de alto consumo ha tenido además algunos efectos secundarios sobre nuestra anatomía. Para asegurar que no se queda sin combustible en caso de escasez, los cuerpos humanos desarrollaron una gran capacidad para acumular grasa. Comparando con chimpancés, los investigadores observaron que los humanos tienen mayores porcentajes de grasa corporal, incluso cuando aquellos viven en cautividad y tienen una vida poco activa.
Este sistema permitiría proteger a los sapiens de problemas temporales de suministro. En particular, la acumulación de grasa es un mecanismo más presente en las mujeres, que presentaron un 41,1% de grasa corporal frente al 22,9 % de los hombres. 
Ana Mateos, responsable del Grupo de Paleofisiología y Ecología del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, especialista en este tipo de investigación, considera que estos resultados, mostrando las diferencias entre el gasto energético de humanos y otros primates, son importantes.
No obstante, señala que para ella el aspecto más importante de esta distinción es la TMB, “lo que un organismo gasta solo por estar encendido, que es el 60% del total”. El 40% restante se consume debido a las actividades diarias de trabajo y ocio. 
 “Nosotros hemos visto que una persona entrenada, con más masa magra y un esqueleto potente con buenas inserciones, tiene una tasa metabólica basal, un consumo energético básico, muy elevado”.

La capacidad para colaborar y compartir la caza y la comida, junto a las reservas de grasa para cuando venían mal dadas, permitió a los humanos sobrevivir primero y convertirse después en la más exitosa de las nuevas especies de monos que poblaban África hace más de diez millones de años. “Por ejemplo, los chimpancés, nuestros parientes más cercanos, no acumulan grasa incluso cuando son muy sedentarios, en lugares como los zoos. Si podemos averiguar cómo lo hacen, podríamos utilizar ese conocimiento para reducir la acumulación de grasa en humanos”, concluye.

Extraido de :