Gala fin de curso 2023

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miércoles, 27 de diciembre de 2017

PARA NO ENGORDAR EN ESTAS FIESTAS





Las dos patas sobre las que se sustenta el control del peso corporal son: El gasto calórico y la Ingesta.
El gasto calórico se aumenta con el ejercicio físico (intensidad y volumen de ejercicio adecuado para nuestra edad y estado fisiológico) y con el gasto metabólico en reposo (mayor cuanta más masa muscular tengamos).
La Ingesta debe de ser equilibrada con la suficiente cantidad de

·        1 Proteínas (para reponer las perdidas y porque ejercen un efecto saciante), deben ser proteínas de alto valor biológico con los aminoácidos esenciales. En particular los aminoácidos ramificados leucina, la isoleucina y la valina que sirven para construir la masa muscular.
·       2 Grasas (que sean de buena calidad con abundante ácidos grasos monoinsaturados como el aceite de oliva y poliinsaturados como los omega 3 del pescado) ,
·       Hidratos de carbono complejos como cereales integrados, frutas y verduras.

Los aminoácidos ramificados están en muchos alimentos tales como la soja, el trigo, la carne vacuna y las legumbres.
En cantidad a consumir para adultos: la leucina, 42 mg / kg de peso corporal / día; isoleucina 19 mg / kg de peso corporal / día; valina 4 mg / kg de peso corporal / día. Para una persona de 70 kg (154 lb) esto equivale a 2.9, 1.3 y 0.3 g / día. Las dietas que alcanzan o superan la dosis diaria recomendada de proteína total (0,8 g / kg / día, es decir unos 56 gramos de proteina diaria para una persona de 70 kg), cumplen o superan las dosis diarias recomendadas de aminoácidos de cadena ramificada.

Lo más importante para mantener el peso es controlar la saciedad, sentirse a gusto con nuestra dieta variada, sostenible en el tiempo.

En el Nuevo Año,  personas de todo el mundo que tienen sobrepeso y que ya superan a los que padecen hambre, se pondrán a dieta para perder los kilos ganados en las comidas y cenas de las Navidades.

No vale cualquier tipo de alimentación, como constata el hecho de que la pandemia mundial de obesidad –y de la consecuente diabetes– no para de crecer.

Es muy posible que la clave para perder peso no se encuentre solamente en reducir la cantidad de calorías.
De hecho, un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Wisconsin en Madison (EE.UU.) muestra que para lograr que nuestro esfuerzo dietético no caiga en saco roto, lo que hay que hacer es reducir es la ingesta de aminoácidos ramificados.

Como explica Dudley Lamming, director de esta investigación publicada en la revista «The Journal of Physiology», «hemos identificado un papel imprevisto de los aminoácidos ramificados dietéticos en la regulación del balance energético, y hemos visto que una dieta con unos niveles bajos de este tipo de aminoácidos promueve la delgadez y el buen control del azúcar en sangre. Es más; nuestros resultados también sugieren que la composición de aminoácidos específicos de las proteínas dietéticas, que no cuántas proteínas consumamos, regula la salud metabólica».

En el estudio, los autores emplearon un modelo animal –ratones– con obesidad y prediabetes –esto es, con unos niveles elevados de azúcar en sangre, pero no lo suficientemente altos como para desarrollar diabetes– al que alimentaron con una dieta baja en leucina, isoleucina y valina. Y una vez evaluado el peso, metabolismo de la glucosa y gasto energético de estos animales, vieron que eran mucho más delgados y tenían un mejor control de los niveles de azúcar en sangre que sus homónimos que siguieron otros tipos de alimentación.
Pero aún hay más. Y si cabe, más importante: los animales pudieron comer todo lo que quisieran. Es decir, la única restricción fue la cantidad de aminoácidos ramificados, no la cantidad de calorías. Y a pesar de seguir una dieta poco ‘adecuada’, rica tanto en grasas como en carbohidratos, experimentaron una mejoría de su salud metabólica.

En definitiva, parece que la cantidad de aminoácidos ramificados, es la clave para que logremos bajar de peso. Sin embargo, y dado que no es lo mismo un ratón que un humano, la evidencia de que la reducción de aminoácidos ramificados puede mejorar la salud metabólica tiene que ser igualmente investigada en los humanos –lo que los autores, según han informado, harán de forma inmediata.
Como concluye Dudley Lamming, «si nuestros resultados pueden ser trasladados a los humanos, entonces sería posible que estas dietas, o los fármacos que imiten los efectos de la dieta baja en aminoácidos ramificados, fueran más fáciles de seguir por la población y mucho más eficientes que las tradicionales dietas hipocalóricas. Además, también analizaremos cómo la composición específica de los aminoácidos de las proteínas de la dieta regula la salud metabólica, lo que podría explicar la gran variación observada entre los individuos en respuesta a los diferentes tipos de dieta para perder peso».

Extraído de:

lunes, 25 de diciembre de 2017

ES FÁCIL Y BARATO INVERTIR EN SALUD



El ejercicio físico en tiempo de ocio es importante para mantener la salud (pasear, pedalear, nadar, ejercicios de fuerza en gimnasio, o incluso bailar). Pero también es importante el ejercicio para ir al trabajo. Nuestros antepasados tenían menos obesidad, diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares porque hacían más actividades físicas y menos sedentarismo, ya desde niños.

A lo largo de la evolución, nuestros genes y nuestro metabolismo han estado modulados por la actividad física. La obesidad es el resultado de desequilibrios energéticos crónicos que se materializan en la acumulación de grasas. 

Existen estudios clínicos y epidemiológicos que así lo muestran. En varios estudios se analizan algunas posibles explicaciones del beneficio del ejercicio y la dieta saludable a nivel de los procesos de balance energético, inflamación crónica y estrés oxidativo.

En la obesidad y sobrepeso los marcadores de inflamación y de estrés oxidativo están elevados; por el contrario, el ejercicio regular practicado voluntariamente potencia el sistema antioxidante y anti-inflamatorio, a la vez que induce sensación de bienestar, permite un mejor control del peso corporal y corta el círculo vicioso de más inflamación-más obesidad-todavía más inflamación.

El ejercicio físico es tan bueno para el cuerpo como para la mente (“mens sana in corpore sano” según las Sátiras de Juvenal)

En un estudio de cohortes en Gran Bretaña han demostrado el efecto positivo (mos enfermedad cardiovascular, menos cáncer, y más longevidad) de desplazarse al trabajo haciendo ejercicio, andando, en bici, etc.

En el estudio se incluyeron 263 450 participantes que tenían un empleo remunerado o que trabajaban por cuenta propia y que no siempre trabajaban en el hogar. Los principales parámetros observados fueron muertes por cualquier causa, Enfermedad Cardio Vascular (ECV) y cáncer; así como incidencia de ECV y cáncer fatales o no fatales. La variable de exposición fue el modo de transporte utilizado (no activo, en bicicleta, caminando o mezclado) para ir al trabajo.

Los factores sociodemográficos (sexo, edad, índice de privación y etnia), el tabaquismo, el índice de masa corporal, el tiempo de ocio, la actividad física ocupacional y de bricolaje, el comportamiento sedentario y la ingesta alimentaria se trataron como posibles factores de confusión, al igual que una serie de enfermedades crónicas línea base, en modelos que incluían participantes con estas condiciones.

Los resultados del estudio mostraron que la mediana del período de seguimiento fue de 5.0 años para todas las causas, ECV y mortalidad por cáncer y de 2.1 años para ECV y cáncer casuales. Durante el período de seguimiento, un total de 2430 participantes murieron (496 relacionados con enfermedades cardiovasculares y 1126 relacionados con el cáncer); 1110 tuvo CVD casual y 3748 cáncer.

El caminar para ir al trabajo se asoció con un menor riesgo de mortalidad y de ECV. Sin embargo, los desplazamientos diarios en bicicleta se asociaron con el menor riesgo de estos, así como con menores riesgos de mortalidad por todas las causas y cáncer. Los efectos eran  dependientes de la dosis para todos los resultados (mas ejercicio, mejores resultados).

El desplazamiento en modo mixto se asoció con algunos beneficios, pero solo si el componente activo comprendía el ciclismo. Estas asociaciones fueron independientes del sexo, la edad, la privación, la etnia, el tabaquismo, la actividad física recreativa y ocupacional, el comportamiento sedentario, los patrones dietéticos y otros factores de confusión, incluido el índice de masa corporal y las comorbilidades. 

Estos resultados son relevantes, porque los desplazamientos diarios activos contribuyen de manera importante a la actividad física total. Fomentar los desplazamientos activos, particularmente en bicicleta, puede ser un enfoque viable para brindar beneficios de salud relacionados con la actividad física a nivel de la población.

El desplazamiento total o parcial en bicicleta se asoció con un menor riesgo de una variedad de resultados adversos para la salud (Cáncer, ECV y muerte prematura). El desplazamiento caminando se asoció con un menor riesgo de resultados adversos de ECV.

Estos hallazgos, sugieren que la salud de la población puede mejorarse mediante políticas que aumenten los desplazamientos activos, particularmente el ciclismo, como la creación de carriles bici, esquemas de alquiler o compra de bicicletas y una mejor provisión para utilizar en combinación con el transporte público.

Además tiene el beneficio añadido de ahorrar costes sanitarios y de hacer un Sistema de salud sostenible en el futuro.

Referencias:
·         Carlos A Celis-Morales,et al. Association between active commuting and incident cardiovascular disease, cancer, and mortality: prospective cohort study
BMJ 2017; 357 doi: https://doi.org/10.1136/bmj.j1456 (Published 19 April 2017).



martes, 19 de diciembre de 2017

PRONTO SE CONTROLARA LA VELOCIDAD DE LOS COCHES Y SE EVITARA CHOQUES EN CADENA


Imagen tomada de:
 Todos hemos visto como en días de niebla hay choques en cadena de 10, 50 o 100 coches. Esto se evitará en el futuro próximo con “Cruise control designs” que han desarrollado en el MIT en EEUU y que también se está estudiando en Europa.
El principio es sencillo y lo llevan aplicando las aves en sus migraciones desde hace millones de años.
Si se guarda la suficiente distancia entre coches y se controla la velocidad se evitan los atascos en acordeón que vemos a menudo y los choques en cadena.
Pero conducir así evitando atascos “efecto acordeon” en los accesos a grandes ciudades podría tener un efecto dramático en la reducción del tiempo de viaje y el consumo de combustible sin tener que construir más carreteras o hacer otros cambios a la infraestructura ", agregó Horn co-autor del estudio en un comunicado de prensa del MIT.
Y para reforzar la distancia y la velocidad de los coches automáticamente, Horn tiene otra idea: sistemas de control de crucero y sensores de parachoques en la parte delantera y trasera para evitar que los automóviles se muevan demasiado cerca el uno del otro.
Se va a probar esta teoría en una investigación financiada por Toyota.
El nuevo estudio fue inspirado cuando los investigadores observaran bandadas de estorninos moviéndose juntos. Lo mismo ocurre con los bancos de peces.
"Las aves han estado haciendo esto durante siglos", dijo Horn. "Para programar este comportamiento, hay que controlar la distancia por delante y por detrás de los que conducen alrededor de ti y no solo a los que están frente a ti".
Los hallazgos sugieren que controlar el espacio entre los automóviles reduciría las fluctuaciones en la velocidad, las llamadas perturbaciones, que en última instancia causan desaceleraciones y frenazos incontrolados.
"Nuestro trabajo muestra que, si los conductores mantienen una distancia igual entre los autos a cada lado, esas perturbaciones desaparecerían a medida que viajan en régimen laminar de tráfico, en lugar de formarse turbulencias efecto acordeón y crear un atasco", dijo Horn.
Referencias:         
https://medlineplus.gov/news/fullstory_170487.html

viernes, 15 de diciembre de 2017

EL EJERCICIO INTENSO MEJORA LOS SINTOMAS DEL PARKINSON


Imagen sacada de: https://medlineplus.gov/news/fullstory_170380.html


La enfermedad de Parkinson, también denominada parálisis agitante o simplemente párkinson, es una enfermedad neurodegenerativa crónica, caracterizada por bradicinesia (movimiento lento), rigidez (aumento del tono muscular) y temblor.Sus síntomas principales son trastornos del movimiento, sin embargo, también desencadena alteraciones en la función cognitiva, depresión, dolor y alteraciones en la función del sistema nervioso autónomo.

La enfermedad de Parkinson aumenta su severidad con el tiempo, como consecuencia de la destrucción progresiva, por causas que todavía se desconocen, de las neuronas pigmentadas de la sustancia negra.

"Si tiene la enfermedad de Parkinson y desea retrasar la progresión de sus síntomas, debe hacer ejercicio tres veces por semana con un ritmo cardiaco entre 80 y 85 por ciento máximo. Es así de simple", dijo el coautor del estudio publicado en JAMA neurology el 11 de Diciembre del 2017, Daniel Corcos.
Sin embargo, un nivel de ejercicio más "moderado"  de frecuencia cardíaca (< 66% de las pulsaciones máximas) no fue efectivo para desacelerar la enfermedad, dijeron los investigadores.
Como explicó el equipo de Corcos, los medicamentos para el Parkinson causan efectos secundarios dañinos y su efectividad disminuye con el tiempo, por lo que se necesitan nuevos tratamientos. Es aquí donde el ejercicio sin riesgo es una ayuda esencial. "Mientras más temprano se intervenga, (con ejercicio intensivo) en desarrollo de la enfermedad, es más probable que pueda prevenir la progresión de la enfermedad".
Sin embargo, la magnitud exacta del efecto permanece desconocida.
"Demoramos el empeoramiento de los síntomas durante seis meses, para demostrar que  podemos prevenir la progresión por más de seis meses se requerirán más estudios", dijo Corcos.
Pero los hallazgos desafían la creencia arraigada de que el ejercicio intenso es demasiado estresante físicamente para las personas con la enfermedad de Parkinson, agregó.
El nuevo estudio incluyó a 128 pacientes, de entre 40 y 80 años, que tenían Parkinson en etapa temprana y aún no estaban tomando medicamentos para la enfermedad.
Algunos de los pacientes realizaron entrenamientos intensos (80% de la frecuencia cardiaca max.) en cintas de correr, tres veces por semana durante seis meses, otros hicieron entrenamientos de intensidad moderada (66% de la frecuencia cardiaca max.)  y un grupo de control no hizo ejercicio.
Los resultados demostraron que el ejercicio intenso era seguro y evitaba el empeoramiento los síntomas del Parkinson, medido por la Escala unificada de evaluación de la enfermedad de Parkinson (que monitoriza como la pérdida de control muscular, el temblor, la rigidez, la lentitud y el deterioro del equilibrio.
La puntuación del cambio motor en la Escala unificada del grupo de Ejercicio de alta intensidad fue de 0.3 (IC 95%, -1.7 a 2.3) en comparación con 3.2 (IC 95%, 1.4 a 5.1) en el grupo control.
"Varias líneas de evidencia apuntan a un efecto beneficioso del ejercicio en la enfermedad de Parkinson", dijo en el comunicado de prensa el Dr. Codrin Lungu, director del programa del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidente Cerebrovascular de los EE. UU. Falta por determinar que tipos de ejercicio son los más efectivos.
El Parkinson afecta a aproximadamente 1 millón de personas en los Estados Unidos. La incidencia aumenta con la edad, y los hombres tienen 1,5 veces más probabilidades que las mujeres de tener el trastorno, según la Parkinson's Foundation.
Referencias:
1.       Margaret Schenkman; Daniel M. Corcos, PhD et al. Effect of High-Intensity Treadmill Exercise on Motor Symptoms in Patients With De Novo Parkinson Disease: A Phase 2 Randomized Clinical Trial. JAMA. December 11, 2017


viernes, 8 de diciembre de 2017

LA TESTOSTERONA ALIADA DEL SISTEMA INMUNITARIO


Imagen sacada de: De Adrian Pingstone - Adrian Pingstone, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=64244

La testosterona es una hormona sexual que tenemos los mamíferos, reptiles y aves. Tiene multiples efectos en el organismo siendo los principales:

·        Efectos anabólicos incluyen el crecimiento de la masa muscular y fuerza, el incremento de la densidad ósea y fuerza, y la estimulación del crecimiento longitudinal y la maduración de los huesos.
·        Efectos androgénicos incluyen la maduración de los órganos sexuales, particularmente el pene y la formación del escroto en el feto, y después del nacimiento (usualmente en la pubertad) una profundización de la voz, crecimiento de la barba y vello axilar. Muchos de estos caen en la categoría de caracteres sexuales secundarios.
Además la hormona tiene efectos en el cerebro y en el sistema inmune.

El asma es una enfermedad básicamente caracterizada por, entre otros síntomas, la opresión en el pecho, las sibilancias y la falta de aliento y que padecen cerca de 300 millones en todo el planeta.

Y una enfermedad que, si bien sobre todo frecuente en niños y adolescentes, también resulta ciertamente común en la etapa adulta. Muy especialmente en la población femenina. De hecho, la cifra de mujeres adultas afectadas duplica a la de los varones. Y ahora, un estudio dirigido por investigadores del Centro Médico de la Universidad Vanderbilt en Nashville (EE.UU.) parece haber hallado la razón para esta desproporcionada prevalencia en la población femenina.

Como explica Dawn Newcomb, directora de esta investigación publicada en la revista «Cell Reports», «cuando pusimos en marcha nuestro estudio, de verdad creíamos más en que las hormonas ováricas aumentarían la inflamación que en la posibilidad de que la testosterona tuviera un efecto positivo. Así, nos sorprendió el importante papel que juega la testosterona a la hora de reducir la inflamación».

Con la llegada de la menopausia, la incidencia del asma en mujeres comienza a descender. Entonces, y dado que la menopausia se caracteriza por un cambio muy acusado en la producción de hormonas sexuales femeninas, ¿es posible que estas hormonas sean responsables de que la frecuencia del asma en las mujeres adultas duplique a la de los varones de su misma edad?
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Para responder a esta pregunta, los autores recurrieron a cultivos de células tanto humanas como animales –ratones–. Concretamente, utilizaron un tipo de células pulmonares denominadas ‘células linfoides innatas del grupo 2’ (ILC2), responsables de la producción de citoquinas –un tipo de proteína que causa inflamación y promueve la formación de ‘moco’ en los pulmones, lo que dificulta la capacidad para respirar.
Los autores observaron que en los ratones sucede como en los humanos. En las hembras la testosterona suprimió la capacidad de división de las ILC2 y redujo notablemente la producción de citoquinas inflamatorias.
En definitiva, parece que la testosterona juega un papel protector frente al asma, lo que explicaría que la enfermedad sea mucho más frecuente en mujeres que en varones.
 Sin embargo, como recuerdan los investigadores, la aparición y progresión de la enfermedad no está únicamente condicionada por este tipo de hormonas.
Como concluye Dawn Newcomb, «las hormonas sexuales no son el único mecanismo, sino solo uno de los muchos mecanismos que podrían regular la inflamación de las vías aéreas. De hecho, estas hormonas no suponen el único mecanismo importante en el asma».



viernes, 1 de diciembre de 2017

CUANDO LAS BACTERIAS SON NUESTROS ENEMIGOS

 

Imágenes sacadas de: https://es.wikipedia.org/wiki/Bacteroidetes 
https://www.bing.com/images/search?view=detailV2&ccid=pe1I9bjK&id=C4C17C43A974069582F3D034E0D732E8B49369C3&thid=OIP.pe1I9bjKz-FOISIiAgQogAEsDY&q=microbiota+intestinal&simid=608056152838574005&selectedindex=4&mode=overlay&first=1


La microbiota de nuestra flora bacteriana contiene tantas bacterias como células tiene nuestro cuerpo.
Las bacterias beneficiosas para nosotros transforman la fibra alimentaria en otras sustancias que podemos aprovechar e impiden que las bacterias que no son beneficiosas proliferen demasiado y nos causen enfermedades.
Estas bacterias están en el epitelio de las vellosidades intestinales, sobre todo en el colon y se les llama comúnmente flora intestinal o microbiota.
Son centenares de especies de bacterias y levaduras las que constituyen la microbiota.

Realmente, las bacterias y levaduras fermentan las fibras para degradarlas y absorberlas. Este proceso acarrea la producción de ácidos grasos de cadena corta que, aunque parezca un milagro, son precisamente el alimento del que se nutren las células del epitelio. Así pues, favorecen su mantenimiento y, cuando se deteriora, permiten su reparación.

El intestino produce ciertos neurotransmisores, como es el caso de la serotonina (la hormona de la felicidad), de ciertas enzimas (peptidasas y lactasa) y de vitaminas (sobre todo B12 y K), así como de numerosas moléculas mensajeras del sistema inmunitario (ARNm).

Un individuo sano contiene muchas clases de bacterias en su microbiota que se mantienen a raya las unas a las otras.
Con mala alimentación, con obesidad, alcoholismo, abuso de antibióticos y otras enfermedades la diversidad de nuestra biota disminuye y proliferan más las bacterias enemigas (como las bacteroidetes) que las bacterias protectoras.

Las enfermedades periodontales hacen también que proliferen las bacterias enemigas y contribuyan al depósito de colesterol oxidado en las arterias, atraen a los macrófagos que los fagocitan y forman las placas de ateroma. Estas placas al romperse forma ictus y trombos.

Las bacteroidetes son una clase de bacterias muy abundantes en el medio ambiente, en nuestra flora bacteriana en la tierra, el mar y  el tracto digestivo de los animales.

Las Bacteriodetes incluyen el género Bacteroides, un organismo abundante en las heces de animales de sangre caliente incluyendo los seres humanos.

De ahí la importancia de evitar el exceso de grasas triglicéridos y colesterol en la dieta. Sin embargo, hay muchas personas que abusan de las comidas ricas en grasas y no parecen desarrollar esta enfermedad.

En un estudio reciente de la revista Journal of Lipid Research (http://www.jlr.org/) se ha estudiado la contribución de estas bacterias al desarrollo de la aterosclerosis y la  enfermedad cardiovascular.
Hizo análisis de extractos lipídicos de la arteria carotídea humana y de individuos jóvenes y se demostró consistentemente la presencia de diversas clases de lípidos extraños (dipeptida serina, Lipido 654, y el Lípido 430) que proceden de bacterias.

Los niveles relativos de Lípido 654 / Lípido 430 de bacterias orales e intestinales comunes, suero humano y muestras de cerebro de adultos sanos eran mucho menores que los de individuos con enfermedad periodontal.


Más importante aún, la relación de lípidos 430 / lípidos 654 fue significativamente elevada en las carotídeas en comparación con las muestras de la arteria de control.

Estos resultados sugieren que las bacterias comensales Bacteriodetes del intestino y la cavidad oral pueden contribuir a la patogénesis de la aterosclerosis a través del depósito de lípidos de serina dipéptido y de metabolitos en las paredes de las arterias.

De manera tradicional, los investigadores han asumido que los lípidos provenientes de las dietas ricas en grasas son los responsables de la formación de las placas de ateroma. Una ‘creencia’ que, sin embargo, no explica por qué algunas personas que ingieren elevadas cantidades de alimentos ricos en grasas y colesterol, caso de los huevos, la mantequilla y la carne, no acaban padeciendo una enfermedad cardiovascular.
Como refiere Xudong Yao, co-autor de la investigación, «las diferencias químicas entre los lípidos humanos y los bacterianos dan lugar a diferencias sutiles en el peso de estas moléculas.
En este contexto, y una vez se forman las placas de ateroma en los vasos sanguíneos, el sistema inmunitario pone en marcha una respuesta inflamatoria: los macrófagos y otras células inmunes se introducen en los vasos para ‘comerse’ los lípidos y, así, destruir las placas. En muchas ocasiones, sin demasiado éxito. Y es que en su labor de ‘limpieza’, las células inmunes se multiplican y, lejos de cumplir con su cometido original, acaban ‘anclándose’ y engrosando estas placas, acelerando el desarrollo de la aterosclerosis.
Como apuntan los autores, «en este caso, es posible que, quizás, el sistema inmune desencadene la inflamación porque cuanto se encuentra con los depósitos lipídicos en las paredes arteriales reconoce que estos lípidos no tienen un origen humano».

El siguiente paso será analizar las placas de ateroma en mayor profundidad para ver dónde se acumulan exactamente estos lípidos bacterianos. Como concluye Frank Nichols, «si descubrimos que los lípidos de estas bacterias específicas se disponen dentro de la placa en lugar de en las paredes arteriales, entonces tendríamos una evidencia más convincente de que estas moléculas grasas de las especies de ‘Bacteroidetes’ se asocian a la progresión de la aterosclerosis y, por ende, a la enfermedad cardiovascular»

Extraído de
Reza Nemati, et al. Deposition and hydrolysis of serine dipeptide lipids of Bacteroidetes bacteria in human arteries: relationship to atherosclerosis. J. Lipid Res. 2017 58:(10) 1999-2007.