Gala fin de curso 2023

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viernes, 17 de mayo de 2013

CÓMO CENAR DE MANERA FRUGAL, PERO NO INSUFICIENTE


Las ensaladas, las frutas, los yogures desnatados o los quesos frescos son alimentos ligeros por su propia naturaleza. Si el objetivo del plan de alimentación es cuidarse y vigilar las calorías de lo que se cena, estos alimentos deberían formar parte de una cena frugal, ligera, pero no deberían contemplarse como norma ni como plato único para conformar esta importante comida del día. 
Para muchas personas, cenar tan ligero no es necesario ni saludable.
En un artículo publicado en Eroski Consumer se propone que "cenar liviano no ha de confundirse con comer poco", ya que al quedarse con hambre es más fácil caer en la tentación de "picotear" después de cenar mientras se ve la tele. El problema de una cena demasiado escasa es que al poco de haber terminado, o en mitad de la noche, puede despertarse el apetito y sentir la necesidad de abrir el frigorífico o la despensa y comer "cualquier cosa" para calmar el hambre y "los ruidos del estómago" que despiertan o impiden dormir. Este desorden alimentario provoca justo lo contrario a lo que se pretende al cenar poco: altera el ritmo digestivo, interfiere con el proceso del sueño y se ingieren más calorías que si se hubiera previsto una cena en condiciones.
Para evitar este tipo de situaciones indeseables, el plan es prepararse cenas ligeras pero suficientes en cantidad y con una buena combinación nutricional como para favorecer la digestión y conducir a un sueño profundo y reparador.
Levantarse con dolor de cabeza o con falta de energía pese a haber dormido horas, puede responder a una situación de hipoglucemia, consecuencia de una cena demasiado ligera en la que escasean los hidratos de carbono o ni siquiera están presentes.

miércoles, 8 de mayo de 2013

ALGUNOS dolores crónicos de espalda tienen una nueva solución: los antibióticos

Hasta ahora la mayoría de pacientes con lumbago crónico, que no lograban mitigar el dolor mediante ejercicios y fármacos, acababan pasando por el quirófano. Pero según una investigación, que acaba de hacer pública la Universidad de Dinamarca del Sur, entre el 20 y el 40% de las lumbalgias crónicas se deben a infecciones bacterianas, un porcentaje mucho mayor del que se estimaba hasta ahora.

Para Peter Hamlyn, cirujano del Hospital Universitario de Londres (UCLH), el hallazgo supone un inmenso avance para el tratamiento del lumbago y bien podría merecer el premio Nobel de medicina. Tal como Hamlyn ha explicado a The Guardian, "estamos hablando de que, probablemente, la mitad de todas las cirugías de espina dorsal podrían ser reemplazadas recetando antibiótico"”.

Pese a que los médicos saben desde hace mucho tiempo que las infecciones están detrás de algunos lumbagos crónicos, se pensaba que era casos excepcionales. La investigación de la universidad danesa, liderada por el doctor Hanne Albert, cambia de raíz lo que sabíamos sobre las infecciones bacterianas de la espalda baja. Y, algo poco habitual cuando se trata de investigaciones médicas, los resultados de la investigación podrían cambiar la vida de los pacientes muy pronto. En opinión de Hanne, que ha atendido también a The Guardian, las personas con lumbago crónico tienen motivos para alegrase: "Les vamos a volver a una normalidad que nunca habrían esperado".

UN TRATAMIENTO SENCILLO
La investigación danesa ha sido publicada en dos estudios, ambos en el European Spine Journal, que son la culminación de una década de trabajo duro. La teoría de los daneses se enfrentaba a todo lo que sabíamos hasta ahora sobre el lumbago. La realidad es que muy pocos esperaban que las bacterias estuvieran detrás de gran parte de los casos.

En concreto, la bacteria responsable del lumbago es la Propionibacterium acnes, bien conocida por provocar el acné. Se trata de un bacilo presente con normalidad en la piel humana, pues se alimenta de los ácidos grasos que segregan nuestros poros. La bacteria puede entrar en el torrente sanguíneo, normalmente durante el cepillado de dientes. No suele causar ningún daño, pero los investigadores daneses han descubierto que la cosa cambia si la persona infectada sufre una hernia discal. Para reparar ésta el cuerpo genera pequeños vasos sanguíneos alrededor del disco. Si la bacteria está en la sangre puede colarse en el interior, donde crece causando una importante inflamación y dañando a las vértebras vecinas. Un daño que, por suerte, puede observarse a través de una resonancia magnética.

Varios antibióticos convencionales pueden acabar con la Propionibacterium acnes. En su segundo estudio, los investigadores lograron curar el lumbago al 80% de los pacientes que siguieron un tratamiento de antibióticos de 100 días. Aunque los médicos creen que el tratamiento con antibióticos podría empezar a aplicarse muy pronto advierten de que debe aplicarse con cuidado, y sólo en pacientes que estén seguro infectados, pues de lo contrario la bacteria podría hacerse más resistente a los fármacos, un problema que ya es habitual en la mayoría de hospitales.

Autor:   Miguel Ayuso
http://www.madrimasd.org/informacionidi/noticias/noticia.asp?id=56678&origen=notiweb&dia_suplemento=miercoles