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La diferencia entre un medicamento y un remedio de medicina alternativa es
que el medicamento tiene altas probabilidades de funcionar para todas las
personas en casi todos los momentos; mientras que un remedio alternativo puede
que funcione en pocas personas y solo algunas veces.
Probablemente las veces que un remedio alternativo funcione es debido a que
la enfermedad se va a curar por si sola por las capacidades del organismo, o
bien porque se trate de un efecto placebo.
Si embargo los remedios alternativos (homeopáticos, acupuntura, ciertas
practicas alternativas, etc.) se siguen vendiendo y reportan mucho dinero. Las
personas que los utilizan suelen ser gente desesperada o con prejuicios contra
la medicina científica. Muchas veces se venden estos remedios que no están
probados científicamente, con la excusa de “mal no le va a hacer, pruébelo”. El
problema es que si te enredas en la falsa esperanza de que te van a curar dejas
de ir a la medicina oficial y cuando vas es demasiado tarde (casos de cáncer
aparecen todos días en los medios).
Una escena habitual en una farmacia en la que una señora de avanzada edad
pedía consejo al dependiente sobre una dolencia relativamente menor para la que
su médico le había dicho que no había tratamiento. El farmacéutico cogió de la estantería un
frasco de un
producto homeopático (lo que en otros ámbitos llamaríamos agua) y la invitó
a probarla sugiriendo que quizás le podría ayudar a sobrellevar su dolencia. La señora dudó y
prguntó. «Pero,
¿esto me aliviará?», preguntó. El dependiente se encogió de hombros y respondió
«vale la pena probar; desde luego, daño no le va a hacer».
Este argumento de tanto peso terminó por convencer a la señora, que rebuscó en
su bolso para encontrar el dinero, pagó y se marchó con el frasquito de marras.
La medicina alternativa no es medicina, Si embargo muchos
remedios de la medicina tradicional se han verificado científicamente. Históricamente, la mayoría de
fármacos se han obtenido de plantas y en muchos casos sus efectos ya eran
conocidos como remedios tradicionales. Lo que pasa es que una planta, al igual
que un animal, es un ser muy complejo en el que conviven muchísimos principios
activos.
Alguno puede ser un buen analgésico, otro un antiinflamatorio, otro puede
provocarnos un infarto y quizás algún otro aumentar el riesgo de padecer
cáncer.
Por eso, los principios activos hay que analizarlos y aislarlos, de manera
que podamos separar en la medida de lo posible cada uno de estos efectos y
administrar en cada caso únicamente aquello que convenga al paciente.
Por otra parte, existen también otros supuestos remedios tradicionales que
han sido desmentidos mediante experimentos claros y contundentes. A esto es a
lo que llamamos medicina alternativa, Es pseudociencia.
Si cojo una gripe y me tomo el frasco homeopático, terminaré curándome en
cuestión de una semana. ¿Ha
funcionado? Para saberlo tendríamos que coger a un grupo muy grande de
pacientes y hacer un ensayo
clínico. El ensayo consiste en lo siguiente. Dividimos al grupo en dos. A
uno le damos el supuesto medicamente y al otro no. Si vemos que el subgrupo que
tomó el medicamento se cura antes que el otro, es que el medicamente realmente
ha funcionado. En caso contrario, concluiríamos que no ha tenido efecto
apreciable.
Consideremos entonces el ejemplo de la acupuntura, una técnica ancestral de
medicina alternativa que viene de oriente. Los estudios científicos dicen que
no funciona en general (existe aún cierta discusión sobre determinados síntomas
subjetivos relativos a la percepción del dolor, náuseas, etc) salvo por efecto
placebo.
Si la acupuntura sirve para curar todo tipo de problemas, ya que actúa sobre
los centros energéticos del cuerpo, que son la base de la salud y la
enfermedad, ¿por qué no podemos curar la miopía con acupuntura?
No existe ninguna medicina alternativa que solucione nuestros problemas de
visión. ¿Por qué? Porque
aquí no existe margen para la subjetividad ni para el juego con
nuestra memoria del paso del tiempo: uno simplemente ve bien o no ve
bien. Si me quito las gafas veo borroso, si me las pongo veo con
nitidez.
Existe una falsa dicotomía entre medicina occidental y oriental,
sugiriendo que una es la científica y la otra tradicional. La realidad es que muchos
avances científicos provienen de Asia (por ejemplo, la reciente aplicación de
la técnica pionera de CRISPR-Cas9 en China para curar el cáncer de pulmón) y
muchas pamplinas pseudocientíficas (como la homeopatía) son occidentales.
La medicina científica es la que funciona, por definición.
Esto no se refiere
solo a fármacos. Cualquier remedio que tenga eficacia, como aplicar paños
mojados para bajar la fiebre, es parte de ese cuerpo de conocimiento.
La alternativa es, en el mejor de los casos, una estafa. En el peor, un peligro para la
salud o un riesgo para la sociedad.
Es muy preocupante la presión que existe por introducir estas prácticas en
nuestros sistemas de salud pública. Siempre que supongan ganancias para
algunos.
Información extraída del articulo de Héctor Socas Navarro es investigador
en el Instituto Astrofísico de Canarias (IAC).
Referencias:
1 comentario:
To enjoy good health, to bring true happiness to one's family, to bring peace to all, one must first discipline and control one's own mind....
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