Imagen extraida de https://www.webconsultas.com/ejercicio-y-deporte/medicina-deportiva/tipos-de-lesiones-deportivas-2218
El dolor es inherente a la vida de los
animales y del hombre.
Debido al dolor, podemos recibir
advertencias que activan los reflejos para escapar del peligro potencial.
El dolor lo puede provocar múltiples
causas: el mal funcionamiento de un órgano por falta de sangre o de oxígeno, un
traumatismo, un cáncer, una inflamación, una intoxicación, etc.
En el caso de los deportistas además puede
ser producido por una sobrecarga, un mal entrenamiento, etc. Raro es el
deportista que esté mucho tiempo sin haber sentido dolor por lesiones o
sobrecargas.
José A. Martín
Urrialde, profesor titular de Fisioterapia de la Universidad CEU San Pablo, de
Madrid, añade, además, otros cuadros lesivos como la deshidratación "debidos fundamentalmente a alteraciones
fisiológicas durante el esfuerzo, así como episodios de lumbalgia".”
Y el comunicado
citado en la referencia continúa: “La aparición de las lesiones en los
corredores son multifactoriales. No existe una sola causa para que se produzcan
pero sí hay factores de riesgo que influyen. "Una alterada biomecánica del
miembro inferior, practicar running en superficies rígidas, tener una
inadecuada condición muscular y una mala progresión en el entrenamiento"
son factores que influyen en la aparición de lesiones, según indica Gómez. Además,
el incorrecto uso de material "como estrenar calzado o vestuario el mismo
día de la competición y no valorar adecuadamente la intensidad de la prueba a
la que se presenta el corredor", también influyen.”
Normalmente las
lesiones se acaban curando, pero necesitan una adecuada rehabilitación.
Al final de
nuestras vidas sobre todo si tenemos enfermedades raro es evitar el dolor. Aquí
nos vamos a referir a los aspectos psicológicos del dolor crónico, sugún
describe en un articulo el Dr. Salim Zerriny.
“Cuando el dolor que dura más de seis
meses se considera crónico y es posible que no desaparezca. Con dolor crónico,
se activa el sistema nervioso y aumenta su reactividad a los estimulaos
entrantes. Esto puede ser bastante angustiosos y provocar ansiedad y a largo
plazo depresión.
El dolor, la depresión y la ansiedad
viajan a través de vías similares a lo largo del sistema nervioso y comparten
muchos de las mismas señalizaciones biológicas. Una de las áreas del cerebro
que recibe señales de dolor, la región límbica, comparte muchos de los mismos
neurotransmisores que las señales de estado de ánimo. Sabemos por estudios de
investigación que utilizan neuroimagen que las partes del cerebro que controlan
las emociones y las características sensoriales del dolor están alteradas en
personas con dolor crónico.
La conexión entre el dolor y la emoción
también se puede ver con ciertas clases de medicamentos. Por ejemplo, algunos
medicamentos utilizados para tratar el dolor pueden causar efectos secundarios
como la euforia, y los medicamentos desarrollados originalmente para afecciones
psiquiátricas pueden ser tratamientos efectivos para ciertos tipos de dolor.
Esta asociación se observa en afecciones
como la fibromialgia y el síndrome del intestino irritable, donde las
estrategias de tratamiento conductual y psicológico han demostrado beneficios
en la reducción de los síntomas.
Los riesgos que puede tener el dolor o
pena no correctamente tratados son:
• Magnificar los efectos negativos del
dolor. Los pensamientos y creencias negativos sobre el dolor a menudo conducen
a un peor funcionamiento emocional y social y una disminución de la respuesta a
las intervenciones médicas para el dolor.
• Miedo al dolor que
genera comportamientos de evitación o protección. La anticipación de una mayor
sensación de dolor puede ser limitante para realizar actividad física o
sociales.
Las estrategias para tratar el dolor deben
incluir:
• Aceptación del dolor:
esta es una técnica desafiante pero altamente efectiva enfocada en desarrollar
una actitud de aceptación hacia el dolor. Implica hacer todo lo posible para
reconocer sin prejuicios la presencia de dolor y minimizar los
pensamientos y comportamientos inútiles que no mejorarán el dolor.
• En casos de traumas hay que entender la
relación entre el trauma previo y el dolor crónico. Las terapias psicológicas
pueden abordar las respuestas de estrés físico y emocional en curso
vinculadas a experiencias traumáticas.
Existen múltiples opciones de tratamiento
psicoterapéutico comúnmente utilizadas para ayudar a las personas a
controlar el dolor crónico. Se ha demostrado que practicar la meditación y
volverse lo más activo posible son métodos efectivos que se pueden hacer
por su cuenta.
• Terapia cognitivo conductual
(TCC): terapia de conversación que ayuda a cambiar sus pensamientos y
comportamientos relacionados con el dolor y mejorar las estrategias de
afrontamiento. Puede también proporcionar una red de apoyo.
• Reducción del estrés basada en la
atención plena (MBSR): una forma de mediación en la que aprende a tomar
conciencia de sus pensamientos y sentimientos sin prejuicios y acepta el dolor
y otras sensaciones incómodas como positivas o negativas.
• Hipnosis para el dolor
(hipnoanalgesia): un conjunto de técnicas destinadas a modificar sus
pensamientos, sentimientos y comportamientos a través de sugerencias subconscientes
destinadas a alterar su experiencia de dolor.
• Biorretroalimentación: una
técnica en la que se controlan las funciones de su cuerpo, como la frecuencia
cardíaca, la tensión muscular y la temperatura de la piel, la respiración, para
informarle sobre sus respuestas involuntarias al estrés. Durante las sesiones
de biorretroalimentación, aprende una variedad de formas de controlar sus
reacciones físicas al estrés y la ansiedad.
Lo que se ha demostrado que marca la diferencia en las
personas que manejan el dolor crónico es probar una variedad de enfoques, como
técnicas cognitivas y conductuales, mantenerse activo, practicar meditación y
trabajar con su médico para encontrar intervenciones médicas y de procedimiento
efectivas. Cuantas más de estas intervenciones intente, más probabilidades
tendrá de encontrar algo que tenga un impacto positivo.
Los desafíos de hacer frente a una condición de dolor crónico
no pueden ser subestimados. Las emociones negativas que surgen pueden
perpetuarse, ya que los sentimientos de dolor pueden conducir a la depresión, y
esa misma depresión puede empeorar el dolor.
Nuestra comprensión del dolor continúa evolucionando, y con
ella pueden venir mejores tratamientos personalizados y una mejor comprensión
de la influencia del dolor crónico en el cuerpo y la mente.”
Referencias:
Salim
Zerriny, MD On
August 14, 2019 @ 10:30 am In Back Pain,Mind body medicine,Pain
Management
Pain Relief Without Drugs
or Surgery https://www.health.harvard.edu/special-health-reports/pain-relief-without-drugs-or-surgery?utm_source=HHPBlog&utm_medium=link&utm_content=related-text&utm_campaign=referral
1 comentario:
This is such an interesting blog. You are very knowledgeable about this subject. Please check out my site.
Publicar un comentario