Y es que el sistema inmune debe estar en buena forma. Esta compuesto por barreras como la piel y las mucosas del intestino, pulmones, genitales, boca , ademas de los globulos blancos, linfocitos, leucocitos, Anticuerpos y otros componentes humorales . Para desarrollarse debe estar expuesto en forma razonable a los antígenos, y el exceso de limpieza dificulta esto. Ademas la piel debe tener el manto de lipidos que garantiza el correcto pH de la piel para se una barrera efectiva contra los germenes. Los productos químicos geles, jabones, tintes , etc. pueden alterar el pH de la piel.
Por otro lado la suciedad del suelo, los móviles, el dinero tienen germenes que pueden pasar a las manos, la cara, los pies.
Despues de mojarse es importante secarse bien, pues a los hongos de la piel que producen dermatitis les gusta la humedad.
La higiene sin pasarse es fundamental.
A principios de año se publicó un estudio liderado por el
doctor Richard Gallo, de la Universidad de California en el que se explicaban
los motivos que pretenden quebrar un hábito tan común.
Así, explicaba el
estudio que la capa córnea de la piel, que es la más externa de la piel puede verse dañada
por el exceso de agua y jabones. Esta capa cumple una función de protección
gracias a una serie de bacterias benignas que combaten las infecciones.
Las zonas sensibles como genitales, pies, axilas y manos sí
requieren de un enjabonado diario, «pero en el resto del cuerpo no es necesario
abusar, porque pueden desecar la piel. Salvo en las zonas sensibles, el lavado
de arrastre del agua sería suficiente para esas zonas.
En el gran dilema entre ducha o baño, la primera gana entre
las recomendaciones para el cuidado de la piel. Además ésta debe de ser corta y
con agua entre fría y templada. El doctor Alonso recomienda por último utilizar
jabones neutros, con bajo contenido en detergente, además de «no abusar de los
exfoliantes e higienizarlos muy bien después de cada uso».
Precisamente,
abusar de los jabones y del agua puede derivar en una piel seca e irritada. El
dermatólogo José Raúl González es contundente:«Bañarse varias veces al día y
lavarse muy bien en cada baño es más perjudicial que no bañarse.
Una de ellas sería limitar, o más concretamente suavizar,
nuestra relación con la toalla. Lo mejor es secarse al aire.
Por último, los jabones que utilicemos deben ser en la
medida de lo posible compuestos por aceites vegetales, que ayudan a regenerar
el manto protector de la piel y respetan el Ph.
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