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viernes, 13 de marzo de 2020

¿QUIEN LO IBA A IMAGINAR? NUESTROS POLÍTICOS DESDE LUEGO QUE NO

Para dejar constancia del momento en que vivimos, animado por la iniciativa de J.P, yo tambien copio este articulo de Juan Manuel Jimenez Muñoz.Médico y escritor malagueño; que lo  define admirablemente. Saludos J.L.
"INIMAGINABLE.
¡Quién lo iba imaginar! ¡Quién lo iba a suponer! ¡A quién se le iba a ocurrir! Era, verdaderamente, algo que a nadie sensato se le podía pasar por la cabeza. Si a principios de marzo un virus corría como la pólvora por España, y ya había jodido a Italia, a Corea, a Irán y a China, era impensable que cientos de multitudinarias manifestaciones por toda la geografía peninsular pudieran tener efecto en la propagación del virus.
VOX, por ejemplo, no tuvo otra ocurrencia que agrupar a 9000 personas en un espacio cerrado y enviarles al “acatarrado” Ortega Smith para estrecharles la mano. Cagoentó.
La Andalucía del PP, por variar, se niega hoy a suspender la Semana Santa. Otra magnífica idea. Seguramente El Cautivo de Málaga y el Cachorro de Sevilla nos librarán de las miasmas. Cagoentó.
En otro lado del absurdo, una ensoberbecida Ministra de Igualdad, recién pisada la moqueta del poder y con muchas ganas de apuntarse un tanto, convocaba a los españoles y a las españolas, a los inscritos y a las inscritas, para salir felizmente a la calle el domingo 8 de marzo. Y así fue. Cientos de miles de personas salieron jubilosas a gritar consignas feministas, a estrecharse las manos, a besarse en las mejillas o en la boca, a sostener entre todas las mismas pancartas, a escupir los chicles en el suelo y a compartir canutos. ¡Quién lo iba imaginar! ¡Quién lo iba a suponer! ¡A quién se le iba a ocurrir! Era ese un escenario sin repercusión posible en la cadena del virus, en su transmisión humana. Era impensable que tal cosa supusiera un peligro de aceleración de la epidemia. Ni las mentes más brillantes, ni los epidemiólogos más listos, ni Albert Einstein redivivo, hubiesen caído en la cuenta.
Eso sí: este pobrecillo escritor que les habla fue fusilado en las redes por publicar un artículo contra la conveniencia de manifestarse en pleno brote epidémico. Y la cosa derivó en insultos y amenazas, y en improperios, y en un hacker que me entró en la cuenta, y en un castigo de facebook que me duró cinco días. A modo de ejemplo: un toro bravo llegó a decir en mi tertulia que “una sola bala sirve para 500 fascistas”. Tócate los huevos.
Hoy, 12 de marzo, Irene Montero tiene el coronavirus. Y yo lo siento muchísimo. Desde la absoluta certeza de que yo también lo pillaré (pues hace dos semanas que casi lo único que veo en mi trabajo son toses, fiebres, mocos, bronquitis y dolores de garganta), de corazón lo repito: lo siento mucho, Irene; espero que tu caso sea muy leve, y que te repongas pronto.
Pero eso no me impide recordar lo que escribí el 5 de marzo pasado, cuando faltaban tres días para las grandes manifestaciones feministas, el artículo que voló por las redes sociales y tantos problemas me trajo. Así acababa mi texto, pues tengo boca de cabra:
<<El próximo domingo 8 de marzo, como viene siendo tradicional desde hace décadas, celebraremos el Día de la Mujer. Temiendo al coronavirus, el Ministerio de Sanidad ha prohibido las aglomeraciones en los Centros de Salud, en los hospitales públicos, en los eventos deportivos, en las Ferias de Comercio, en los Congresos Médicos y en los besamanos religiosos. Pero no hay problema para el próximo domingo 8 de marzo. Irene Montero, aunque muramos todos, tendrá su fiesta de pijamas. Y miles y miles de mujeres empoderadas, al grito de “sola y borracha yo quiero llegar a casa”, acompañando a los Marqueses de Galapagar en su revolución hembrista, inundarán las calles de España. Ni el coronavirus impedirá que el próximo 8 de marzo estas activistas del Dios Baco se citen en todas las plazas de España y, al desgarrado grito de “sola y borracha yo quiero llegar a casa”, pidan el fin del heteropatriarcado, la castración química del hombre y el fusilamiento al amanecer del cromosoma Y>>.
Eso le dije a Irene. Eso le dije.
Y ahora, con el virus fuera de control, barajan los políticos las siguientes medidas extraordinarias:
a-Recuperar para el trabajo a los médicos jubilados.
Ozú. Yo recuperaría antes a los médicos liberados sindicales, a los médicos metidos a gestores y a los médicos metidos a políticos. Y si es posible, a los 30.000 médicos que se largaron de España hartos de ser puteados, agredidos y malpagados. Y dejad en paz, por favor, a los pobres jubilados. Son un grupo de riesgo para el virus, como todos los ancianos.
b-Movilizar al ejército con sus unidades médicas.
Vale. Pero por favor: no enviéis militares al País Vasco, a Navarra y Cataluña. Ya nos han dicho por activa y por pasiva que no los quieren.
c-Contratar a todos los médicos que hagan falta, sin examen o requisito alguno.
Bien. Sea. Pero no para Baleares, Cataluña y el País Vasco. Allí, mandad sólo a los de pedigrí idiomático: los que hablen correctamente catalán o euskera y aprueben el examen de idiomas, como vienen exigiendo últimamente.
d-Inyectar 3000 millones de euros, de hoy para mañana, en el Sistema Sanitario Público.
Estupendo. Pero… ¿dónde demonios teníais guardado ese dineral en estos últimos doce años? ¿Cómo habéis dejado pudrir la Sanidad Pública a bases de recortes? ¿Cómo es posible que los médicos tengamos pacientes con muchísimo retraso para hacerse el test del coronavirus, y con días de espera para obtener los resultados? ¿Cómo es posible que a algunos médicos y enfermeras, en primera línea de batalla, se le pongan trabas para esas pruebas? Y a cambio… ¿cómo es posible que a todos los políticos que han caído enfermos, o que son sospechosos de haber tenido contacto con enfermos, se les realicen esas pruebas de inmediato?
Y ya está. No digo más, que se me sube la tensión. Os dejo por hoy. Mañana repasaremos las medidas esenciales de protección personal contra el coronavirus. Si me dejan, claro. Y si el virus no me embiste.
Cagoentó."
Firmado:
Juan Manuel Jimenez Muñoz.
Médico y escritor malagueño.

2 comentarios:

  1. Genial descripción de la soberbia egoísmo y estulticia de muchos políticos y políticas

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  2. Genial descripción de la soberbia egoísmo y estulticia de muchos políticos y políticas

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