Páginas

http://marchosos2010.blogspot.com.es/

martes, 20 de agosto de 2019

CUANDO EL DOLOR FÍSICO VA ACOMPAÑADO DE LA PENA



El dolor es inherente a la vida de los animales y del hombre.
Debido al dolor, podemos recibir advertencias que activan los reflejos para escapar del peligro potencial.
El dolor lo puede provocar múltiples causas: el mal funcionamiento de un órgano por falta de sangre o de oxígeno, un traumatismo, un cáncer, una inflamación, una intoxicación, etc.
En el caso de los deportistas además puede ser producido por una sobrecarga, un mal entrenamiento, etc. Raro es el deportista que esté mucho tiempo sin haber sentido dolor por lesiones o sobrecargas.
José A. Martín Urrialde, profesor titular de Fisioterapia de la Universidad CEU San Pablo, de Madrid, añade, además, otros cuadros lesivos como la deshidratación "debidos fundamentalmente a alteraciones fisiológicas durante el esfuerzo, así como episodios de lumbalgia".”
Y el comunicado citado en la referencia continúa: “La aparición de las lesiones en los corredores son multifactoriales. No existe una sola causa para que se produzcan pero sí hay factores de riesgo que influyen. "Una alterada biomecánica del miembro inferior, practicar running en superficies rígidas, tener una inadecuada condición muscular y una mala progresión en el entrenamiento" son factores que influyen en la aparición de lesiones, según indica Gómez. Además, el incorrecto uso de material "como estrenar calzado o vestuario el mismo día de la competición y no valorar adecuadamente la intensidad de la prueba a la que se presenta el corredor", también influyen.”
Normalmente las lesiones se acaban curando, pero necesitan una adecuada rehabilitación.
Al final de nuestras vidas sobre todo si tenemos enfermedades raro es evitar el dolor. Aquí nos vamos a referir a los aspectos psicológicos del dolor crónico, sugún describe en un articulo el Dr. Salim Zerriny.
“Cuando el dolor que dura más de seis meses se considera crónico y es posible que no desaparezca. Con dolor crónico, se activa el sistema nervioso y aumenta su reactividad a los estimulaos entrantes. Esto puede ser bastante angustiosos y provocar ansiedad y a largo plazo depresión.
El dolor, la depresión y la ansiedad viajan a través de vías similares a lo largo del sistema nervioso y comparten muchos de las mismas señalizaciones biológicas. Una de las áreas del cerebro que recibe señales de dolor, la región límbica, comparte muchos de los mismos neurotransmisores que las señales de estado de ánimo. Sabemos por estudios de investigación que utilizan neuroimagen que las partes del cerebro que controlan las emociones y las características sensoriales del dolor están alteradas en personas con dolor crónico.
La conexión entre el dolor y la emoción también se puede ver con ciertas clases de medicamentos. Por ejemplo, algunos medicamentos utilizados para tratar el dolor pueden causar efectos secundarios como la euforia, y los medicamentos desarrollados originalmente para afecciones psiquiátricas pueden ser tratamientos efectivos para ciertos tipos de dolor.
Esta asociación se observa en afecciones como la fibromialgia y el síndrome del intestino irritable, donde las estrategias de tratamiento conductual y psicológico han demostrado beneficios en la reducción de los síntomas.
Los riesgos que puede tener el dolor o pena no correctamente tratados son:
• Magnificar los efectos negativos del dolor. Los pensamientos y creencias negativos sobre el dolor a menudo conducen a un peor funcionamiento emocional y social y una disminución de la respuesta a las intervenciones médicas para el dolor.
Miedo al dolor que genera comportamientos de evitación o protección. La anticipación de una mayor sensación de dolor puede ser limitante para realizar actividad física o sociales.
Las estrategias para tratar el dolor deben incluir:
Aceptación del dolor: esta es una técnica desafiante pero altamente efectiva enfocada en desarrollar una actitud de aceptación hacia el dolor. Implica hacer todo lo posible para reconocer sin prejuicios la presencia de dolor y minimizar los pensamientos y comportamientos inútiles que no mejorarán el dolor.
• En casos de traumas hay que entender la relación entre el trauma previo y el dolor crónico. Las terapias psicológicas pueden abordar las respuestas de estrés físico y emocional en curso vinculadas a experiencias traumáticas.
Existen múltiples opciones de tratamiento psicoterapéutico comúnmente utilizadas para ayudar a las personas a controlar el dolor crónico. Se ha demostrado que practicar la meditación y volverse lo más activo posible son métodos efectivos que se pueden hacer por su cuenta.
Terapia cognitivo conductual (TCC): terapia de conversación que ayuda a cambiar sus pensamientos y comportamientos relacionados con el dolor y mejorar las estrategias de afrontamiento. Puede también proporcionar una red de apoyo.
Reducción del estrés basada en la atención plena (MBSR): una forma de mediación en la que aprende a tomar conciencia de sus pensamientos y sentimientos sin prejuicios y acepta el dolor y otras sensaciones incómodas como positivas o negativas.
Hipnosis para el dolor (hipnoanalgesia): un conjunto de técnicas destinadas a modificar sus pensamientos, sentimientos y comportamientos a través de sugerencias subconscientes destinadas a alterar su experiencia de dolor.
Biorretroalimentación: una técnica en la que se controlan las funciones de su cuerpo, como la frecuencia cardíaca, la tensión muscular y la temperatura de la piel, la respiración, para informarle sobre sus respuestas involuntarias al estrés. Durante las sesiones de biorretroalimentación, aprende una variedad de formas de controlar sus reacciones físicas al estrés y la ansiedad.
Lo que se ha demostrado que marca la diferencia en las personas que manejan el dolor crónico es probar una variedad de enfoques, como técnicas cognitivas y conductuales, mantenerse activo, practicar meditación y trabajar con su médico para encontrar intervenciones médicas y de procedimiento efectivas. Cuantas más de estas intervenciones intente, más probabilidades tendrá de encontrar algo que tenga un impacto positivo.
Los desafíos de hacer frente a una condición de dolor crónico no pueden ser subestimados. Las emociones negativas que surgen pueden perpetuarse, ya que los sentimientos de dolor pueden conducir a la depresión, y esa misma depresión puede empeorar el dolor.
Nuestra comprensión del dolor continúa evolucionando, y con ella pueden venir mejores tratamientos personalizados y una mejor comprensión de la influencia del dolor crónico en el cuerpo y la mente.”
Referencias:
Salim Zerriny, MD On August 14, 2019 @ 10:30 am In Back Pain,Mind body medicine,Pain Management 

1 comentario:

  1. This is such an interesting blog. You are very knowledgeable about this subject. Please check out my site.

    ResponderEliminar