La amígdala es una región del cerebro reptiliano del tamaño
de una almendra en las personas a la que la comunidad científica señala como
almacén del miedo.
Presuntamente, en ella se guardan durante décadas los
recuerdos de las vivencias traumáticas sufridas a lo largo de la vida.
Y esto
vale igual para los cocodrilos, los mamíferos o el hombre.
Joseph LeDoux ha
estudiado extensamente los circuitos neuronales del miedo.
Un estimulo visual
(ver un palo parecido a una serpiente) va por varias vías al cerebro, una
rápida a la amígdala en el cerebro emocional que puede identificar como un peligro
y generar reacción de miedo; otra mas lenta al la corteza cerebral que toma
conciencia de que es un palo inofensivo y envía señales para neutralizar el
miedo. Este mecanismo nos ha protegido de depredadores y peligros en nuestra
evolución.
Si no logra neutralizar el miedo (por diversas razones) un
estimulo neutro real o imaginario nos provoca estrés, ansiedad y miedo. En este
caso este mecanismo que es un arma de doble filo en vez de protegernos nos
amarga la vida.
Todo el mundo se inquieta o se asusta a veces. Todos cometemos errores, faltas o
equivocaciones. Todos hemos tomado malas decisiones en un momento de nuestra
vida. No somos perfectos y debemos aceptarnos tal como somos, aunque siempre
tratando de mejorar.
Las personas que son perfeccionistas no suelen admitir fácilmente
faltas o errores que ellos puedan cometer ni mucho menos que otros puedan
cometer. El ser demasiado exigentes con nosotros mismos o con los demás puede
llevarnos a frustraciones con mucha más
frecuencia de lo que sería deseable. Tampoco podemos inferir que las cosas van
siempre a ir peor y que el envejecimiento es inaceptable.
Para estas personas manejar sus emociones es más difícil que
para las personas que toleran la imperfección y los errores.
Existen soluciones para corregir el exceso de ansiedad, pero
el primer escollo que existe es que estas personas no aceptan que tienen un
problema y culpan siempre a las demás de su ansiedad.
Según Wikipedia “los ataques de pánico o crisis de ansiedad
son períodos en los que se padece, de una manera súbita, temporal y aislada; un
miedo, temor o malestar intensos, con una duración variable: de minutos a
horas. Generalmente aparecen de manera inesperada, y pueden alcanzar su máxima
intensidad en unos 10 minutos. No obstante, pueden continuar durante más
tiempo, si se desencadenan debido a una situación de la que la persona no es o
no se siente capaz de escapar, lo que puede generar desesperación”
Cuando uno se siente extremadamente preocupado o con miedo
la mayor parte del tiempo, o si siente pánico en repetidas ocasiones, es
posible que tenga un trastorno de ansiedad.
Los trastornos de ansiedad se encuentran entre las
enfermedades mentales más comunes y afectan a aproximadamente 40 millones de
adultos estadounidenses cada año.
Este Informe de salud especial, trastornos de ansiedad y
estrés, analiza los enfoques de tratamiento más recientes y efectivos,
incluidas las terapias cognitivas conductuales, la psicoterapia y los
medicamentos.
Una sección especial
se adentra en tratamientos alternativos para la ansiedad, como las técnicas de
relajación, la meditación consciente y el biofeedback.
"El núcleo de todo perfeccionismo es la intención de
hacer algo bien", dice el Dr. Szymanski.
"Si puedes
mantener el objetico y el resultado deseado, ajustando tu estrategia cuando sea
necesario, aunque seas ansioso no tienes problema.
Pero cuando no puedes tolerar cometer un error, cuando tu
estrategia es no cometer errores, ahí es cuando el perfeccionismo comienza a
ser incontrolado y a complicarte la vida y la de los que te rodean ".
En su forma más severa, el perfeccionismo puede dejarlo
incapaz de acometer tareas por temor a
cometer un error.
Para ayudarlo a priorizar los proyectos y actividades que
son más importantes para usted y mantener su estrategia personal en línea, el
Dr. Szymanski ha compartido el siguiente ejercicio:
¿Qué encuentras valioso en la vida? ¿Qué querrías que
representaran los 50 años de tu vida? Si eso parece abrumador, piensa en dónde
quieres poner tus energías para los próximos cinco años.
Nadie puede ser un perfeccionista en todo. Piense en sus
objetivos y proyectos actuales, y asigne prioridades. Usa las letras
"ABCF" para ayudarte a decidir dónde quieres sobresalir (A), estar
por encima del promedio (B) o ser el promedio (C), y qué puedes dejar de lado
(F). Por ejemplo:
• A (100% de esfuerzo): esto está reservado para lo que es
más importante para usted. Por ejemplo, si su carrera es más valiosa, sus
objetivos podrían ser impresionar al jefe, asegurarse de que los clientes estén
contentos y poner buenos productos en el trabajo.
• B (por encima del promedio, quizás un 80% de esfuerzo):
Tal vez le guste jugar golf o tenis o quiera aprender un nuevo idioma.
Disfrutas de estas actividades, pero no hagas planes de hacerte profesional,
pues te creará ansiedad.
• C (esfuerzo promedio): quizás tener una casa limpia
también es importante. Pero, ¿con qué frecuencia hay que limpiar su casa? La
gente no viene a verlo todos los días. ¿Podrías simplemente limpiar los fines
de semana? ¿O centrarse en unas pocas habitaciones que reciben el mayor
tráfico?
• F (sin esfuerzo): consumidores de tiempo que no promueven
sus valores ni le brindan placer, por ejemplo, alineando todas sus perchas o
doblando toda su ropa de una manera específica.
Para obtener más información sobre la ansiedad, incluida la
diferencia entre lo que es normal y lo que se debe considerar serio, así como
las formas de tratar la ansiedad, lea Ansiedad y trastornos de estrés, un
Informe de salud especial de la Escuela de Medicina de Harvard.
Extraído
de:
Anxiety and Stress Disorders, a Special Health Report from Harvard
Medical School.
https://es.wikipedia.org/wiki/Ataque_de_p%C3%A1nico
1 comentario:
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