(Movimientos para neutralizar el vértigo posicional paroxístico benigno)
Por su interes, sobre todo para personas mayores , copio este artículo, Extraido de: http://www.dizziness-and-balance.com/disorders/bppv/bppv-spanish2.htm
"Generalmente se piensa
que el vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB) se produce por pequeñas
partículas que se encuentran ubicadas dentro de una parte del oído interno. Uno
podría pensar que estas partículas (restos) son como "rocas o piedras en
el oído" pero el nombre formal es "otoconia". Estas partículas
(piedras) son pequeños cristales de carbonato de calcio derivadas de una
estructura del oído interno llamado "utrículo". Si bien el
sáculo también contiene otoconias, éstas no son capaces de migrar hacia el
sistema de canales (conductos semicirculares). El utrículo puede ser dañado por
traumatismos de cráneo, infecciones u otras afecciones del oído interno, o también
puede sufrir degeneración asociada al paso de los años. Normalmente las
otoconias parecen tener un lento recambio. Estas son posiblemente disueltas
naturalmente, así como activamente reabsorbidas por las "células
oscuras" del laberinto"
El principal sospechoso de este vértigo es un oído
interno superactivo. En principio todos tenemos unos sensores de movimiento en
los tres canales semicirculares perpendiculares entre si. El movimiento de la
endolinfa al mover la cabeza hace que los cilios en estos canales envíen las
señales al cerebro.
Cuando nos movemos envían señales al cerebro para que este
ajuste los músculos de posición y los de los ojos y así mantenemos el
equilibrio y la mirada automáticamente.
En el utrículo y sáculo existen unos cristales de calcio
que por diferentes razones se pueden desplazar a los canales semicirculares y
provocar movimientos de la endolinfa aunque no se esté moviendo la cabeza.
Esto crea el problema pues el cerebro recibe información
de que nos estamos moviendo y esto no es así. El cerebro recibe información
contradictoria y pierde el control del equilibrio y del movimiento ocular.
La buena noticia es que con ciertas manipulaciones e la
cabeza el especialista puede desplazar estos cristales de calcio a puntos del
oído interno donde no envíen señales ni produzcan vértigo.
Son sólo unos 30 segundos, pero 64 de cada 100.000 personas
saben lo interminable que puede resultar ese corto espacio de tiempo por culpa
de las molestias producidas por el vértigo posicional benigno, el más común.
Sin embargo, los mareos y demás síntomas de este trastorno podrían desaparecer
con sencillos movimientos, según destaca la nueva guía de la Academia Americana
de Neurología.
El vértigo posicional paroxístico benigno, que las
mujeres sufren dos veces más que los hombres (sobre todo a partir de
los 50 años), es un problema del oído interno.
Generalmente solo hay un lado de la cabeza que provoca
vértigo y se debe evitar echarse de ese lado.
Normalmente afecta al canal semicircular posterior y los
expertos creen que su causa es la pérdida de cristales de carbonato de calcio,
que con determinados movimientos de cabeza se desplazan por los canales del
oído interno, originando las molestias típicas.
Tras revisar todos los estudios sobre el tema, los
especialistas de la Academia de Neurología encargados de elaborar la nueva
guía, publicada en 'Neurology',
concluyen que "una serie de movimientos de cabeza y cuerpo, realizados
con la ayuda de un especialista, es la solución más eficaz para este
trastorno".
"Y la mejor noticia es que en lugar de recomendar a
los afectados que esperen a que se vayan las molestias por sí solas o que tomen
fármacos, tenemos un remedio que es más seguro, rápido y efectivo".
En concreto, entre los varios ejercicios que han probado
los expertos, la maniobra de Epley (o procedimiento de
reposición) es la más adecuada y eficaz para todas las edades. Tras ésta,
también existen algunas evidencias de que la maniobra de Semont
también da resultados.
No obstante, los autores indican que es conveniente que
los individuos realicen los ejercicios con la ayuda de un especialista, ya que
no se sabe a ciencia cierta si se obtiene el mismo resultado si los practican
solos en sus casas.
El objetivo de los movimientos es recolocar los
cristales de calcio en sus conductos adecuados, para que no sigan
estorbando. Para lograrlo, los neurólogos aconsejan la maniobra de Epley (ver
imagen), que consiste en sentar al paciente en una mesa o una cama con la
cabeza girada unos 45º hacia el lado del oído en el que se dan las molestias.
A continuación, se coge la cabeza, el cuello y los
hombros del paciente y se mueve en bloque para tumbarlo. Se puede colocar
una almohada para que cuando se tumbe ésta quede a la altura de los hombros, no
de la cabeza. Con el cuello extendido y la cabeza en la posición en la que
estaba girada, de forma que el oído dañado quede debajo, debe permanecer unos
30 segundos.
Para llegar a la siguiente posición el individuo tiene
que girar la cabeza, sin levantarla de la cama, unos 90º hacia el lado
contrario y permanecer así el mismo tiempo que antes. Después volver a girar la
cabeza, esta vez junto con el cuerpo, otros 90º y tras aguantar medio minuto el
último movimiento consiste en incorporarse por el lado en el que se encuentre y
quedarse sentado en la cama.
La otra maniobra que parece exitosa es la de Semont,
que consta de tres pasos. El afectado comienza sentado con la cabeza
girada 45º hacia el lado del oído malo. Después debe dejarse caer en la cama
rápidamente hacia el lado contrario al que giró la cabeza y permanecer en esta
postura 30 segundos. Es decir, si la cabeza está girada hacia la izquierda la
persona debe dejarse caer hacia la derecha y viceversa. El siguiente paso es
mover rápido la cabeza y el tronco hacia el otro lado, sin pararse en la
posición erguida en la que empezó el ejercicio. Después de otros 30 segundos,
hay que incorporarse."
Extraido de :
1 comentario:
Liked the good program. there is something to think about ...
Publicar un comentario