Cuando comemos mas grasas, hidratos de carbono o
proteínas de la energia que gastamos, evidentemente engordamos y almacenamos el exceso de energía en forma de triglicéridos en el tejido
adiposo. En la evolucion esto nos ha dado ventaja en periodos de hambruna. Cuando tenemos mucho tejido adiposo se genera mucha leptina que tiene efecto saciante para que dejemos de comer tanto.
Este tejido adiposo, según la genética de cada uno, puede estar localizado en el abdomen
rodeando las vísceras (esta grasa es mas perjudicial), o bien en forma de grasa superficial en las caderas y
en otras partes del cuerpo como brazos, piernas , etc.
Cuando perdemos grasa es porque la oxidamos y la eliminamos, en forma de
anhídrido carbonico por los pulmones, además de agua por la orina y por el sudor.
Solo con dormir 8 h. eliminamos unos 60g de grasa y otro tanto de agua, debido a que el metabolismo en reposo continua mientras dormimos.
Mucha gente cree que la grasa perdida pasa a convertirse en músculo, pero lo cierto es que este mito altamente extendido viola
la ley de conservación de la materia, según los autores de un estudio publicado
hoy en el
British Medical Journal.
When somebody loses weight, where does the fat go?
Meerman R1, Brown
AJ2.
Aunque pueda parecer obvia, esta es una cuestión sobre la que hay bastante
desconocimiento, incluso entre los propios profesionales.
En general, los
autores vieron que había
importantes lagunas sobre el proceso
metabólico de pérdida de peso entre los dietistas, entrenadores
personales y médicos. "Creemos que es porque hay muchos pasos distintos
involucrados en el proceso, y cada uno se estudia en asignaturas completamente
distintas", explica a este periódico Ruben Meerman, de la escuela de
Biotecnología y Ciencias Biomoleculares de Australia y coator del presente
estudio que pretende clarificar un poco el tema.
Para despejar las dudas, Meerman y Andrew J. Brown han publicado este
análisis en el que explican cómo los seres humanos pierden grasa.
La conclusión
a la que han llegado es que
los pulmones son el órgano clave
en todo el proceso, ya que la mayoría de nuestra masa es expulsada al exterior
en forma de dióxodo de carbono.
Según cuentan, para perder 10 kilos de grasa es necesario inhalar 29 kilos
de oxígeno (total 39 kg.), lo que pone en marcha un proceso metabólico mediante el que se
producen 28 kilos de dióxido de carbono -que se expulsan por los pulmones- y 11
kilogramos de agua (total 39 kg), que se desechan a través de la orina, las heces, el sudor,
las lágrimas y otros fluidos corporales.
Extraido de
http://www.bmj.com/content/349/bmj.g7257.long
Por poner un ejemplo concreto: en posición de descanso,
una persona
que pese 70 kilos y siga una dieta variada expulsa unos 0.74 kilos de
CO2 en ocho horas, lo que supone que el cuerpo pierde 203 gramos de carbono
durante este tiempo. De alguna forma, esto significaría que perdemos unos 200
gramos "sin hacer nada", aunque esto no es del todo cierto, ya que,
tal y como Meerman recuerda, nuestro cuerpo nunca descansa. Incluso cuando
estamos dormidos sigue trabajando: genera nuevas células, nos crece el pelo, o
simplemente genera calor para mantener la temperatura corporal.
¿Significaría esto que el
truco para adelgazar está sencillamente
en respirar, algo que, de hecho, hacemos inconscientemente? Desgraciadamente,
no. Los autores previenen a la población de intentar perder peso simplemente
intentando respirar más, porque esto llevaría a la hiperventilación, lo que
puede desembocar en mareos, palpitaciones y pérdidas de consciencia.
El secreto para bajar de talla no es ningún misterio: la clave, como muchos
ya saben, está en hacer deporte.
Cuando hacemos ejercicio, nuestra tasa
metabólica se incrementa, lo que significa que nuestro
organismo necesita más oxígeno y, por tanto, produce más dióxido de carbono.
Meerman da algunas cifras que pueden ayudar a hacerse una idea de qué
ejercicios funcionan mejor para adelgazar: "Caminar eleva tres veces
nuestra
tasa metabólica en reposo, y si subimos una colina en
bicicleta serían 12 veces", explica. "
Incluso el sexo puede
elevar nuestra tasa metabólica unas 3,5 veces",
añade.
Los investigadores concluyen que
el 84% de la grasa es exhalada en
forma de dióxido de carbono, lo que convierte a los pulmones en el
órgano excretor principal en la pérdida de peso.
El importante papel que tiene
el CO2 en todo el proceso no debe llevar a nadie a pensar que la fiebre por
mantener la línea podría ser la causante del calentamiento global, porque este
que consiste en que los átomos de carbono atrapados en organismos fosilizados
se desbloquean, mientras que el dióxido de carbono exhalado por el ser humano
regresa a la atmósfera sólo unos meses después de estar en los alimentos que
han fabricado las plantas.
"Nada de lo que estamos contando es nuevo, pero por alguna razón que
desconocemos, parece que nadie se ha puesto a hacer estos cálculos antes",
comentan los autores, quienes desearían que a partir de ahora se cambiase la
forma en la que se explica el proceso de pérdida de peso en las facultades de
Medicina, unificándose en una misma materia.
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