El ejercicio físico en tiempo de ocio es importante para
mantener la salud (pasear, pedalear, nadar, ejercicios de fuerza en gimnasio, o
incluso bailar). Pero también es importante el ejercicio para ir al trabajo.
Nuestros antepasados tenían menos obesidad, diabetes, hipertensión y
enfermedades cardiovasculares porque hacían más actividades físicas y menos
sedentarismo, ya desde niños.
A lo largo de la evolución, nuestros genes y nuestro
metabolismo han estado modulados por la actividad física. La obesidad es el
resultado de desequilibrios energéticos crónicos que se materializan en la
acumulación de grasas.
Existen estudios clínicos y epidemiológicos que así lo
muestran. En varios estudios se analizan algunas posibles explicaciones del
beneficio del ejercicio y la dieta saludable a nivel de los procesos de balance
energético, inflamación crónica y estrés oxidativo.
En la obesidad y sobrepeso los marcadores de inflamación y
de estrés oxidativo están elevados; por el contrario, el ejercicio regular
practicado voluntariamente potencia el sistema antioxidante y
anti-inflamatorio, a la vez que induce sensación de bienestar, permite un mejor
control del peso corporal y corta el círculo vicioso de más inflamación-más
obesidad-todavía más inflamación.
El ejercicio físico es tan bueno para el cuerpo como para la
mente (“mens sana in corpore sano” según
las Sátiras de Juvenal)
En un estudio de cohortes en Gran Bretaña han demostrado el
efecto positivo (mos enfermedad cardiovascular, menos cáncer, y más longevidad)
de desplazarse al trabajo haciendo ejercicio, andando, en bici, etc.
En el estudio se incluyeron 263 450 participantes que tenían
un empleo remunerado o que trabajaban por cuenta propia y que no siempre
trabajaban en el hogar. Los principales parámetros observados fueron muertes
por cualquier causa, Enfermedad Cardio Vascular (ECV) y cáncer; así como
incidencia de ECV y cáncer fatales o no fatales. La variable de exposición fue
el modo de transporte utilizado (no activo, en bicicleta, caminando o mezclado)
para ir al trabajo.
Los factores sociodemográficos (sexo, edad, índice de
privación y etnia), el tabaquismo, el índice de masa corporal, el tiempo de
ocio, la actividad física ocupacional y de bricolaje, el comportamiento
sedentario y la ingesta alimentaria se trataron como posibles factores de
confusión, al igual que una serie de enfermedades crónicas línea base, en
modelos que incluían participantes con estas condiciones.
Los resultados del estudio mostraron que la mediana del
período de seguimiento fue de 5.0 años para todas las causas, ECV y mortalidad
por cáncer y de 2.1 años para ECV y cáncer casuales. Durante el período de
seguimiento, un total de 2430 participantes murieron (496 relacionados con
enfermedades cardiovasculares y 1126 relacionados con el cáncer); 1110 tuvo CVD
casual y 3748 cáncer.
El caminar para ir al trabajo se asoció con un menor riesgo de
mortalidad y de ECV. Sin embargo, los desplazamientos diarios en bicicleta se
asociaron con el menor riesgo de estos, así como con menores riesgos de
mortalidad por todas las causas y cáncer. Los efectos eran dependientes de la dosis para todos los
resultados (mas ejercicio, mejores resultados).
El desplazamiento en modo mixto se asoció con algunos
beneficios, pero solo si el componente activo comprendía el ciclismo. Estas
asociaciones fueron independientes del sexo, la edad, la privación, la etnia,
el tabaquismo, la actividad física recreativa y ocupacional, el comportamiento
sedentario, los patrones dietéticos y otros factores de confusión, incluido el
índice de masa corporal y las comorbilidades.
Estos resultados son relevantes,
porque los desplazamientos diarios activos contribuyen de manera importante a
la actividad física total. Fomentar los desplazamientos activos,
particularmente en bicicleta, puede ser un enfoque viable para brindar
beneficios de salud relacionados con la actividad física a nivel de la
población.
El desplazamiento total o parcial en bicicleta se asoció con
un menor riesgo de una variedad de resultados adversos para la salud (Cáncer,
ECV y muerte prematura). El desplazamiento caminando se asoció con un menor
riesgo de resultados adversos de ECV.
Estos hallazgos, sugieren que la salud de la población puede
mejorarse mediante políticas que aumenten los desplazamientos activos,
particularmente el ciclismo, como la creación de carriles bici, esquemas de
alquiler o compra de bicicletas y una mejor provisión para utilizar en
combinación con el transporte público.
Además tiene el beneficio añadido de ahorrar costes
sanitarios y de hacer un Sistema de salud sostenible en el futuro.
Referencias:
·
Carlos A Celis-Morales,et al. Association between active commuting
and incident cardiovascular disease, cancer, and mortality: prospective cohort
study
BMJ 2017; 357 doi: https://doi.org/10.1136/bmj.j1456 (Published 19 April
2017).
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