Es de actualidad que ciertas sustancias y alimentos, radiaciones y la
polución son a largo plazo factores de riesgo para el cáncer de colon, mama,
pulmón, boca, laringe, vejiga, etc.
Comer carne procesada (como las salchichas o el beicon) puede causar cáncer de
colon, según acaba de
concluir la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), un
organismo dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Concretamente, advierten, cada 50 gramos diarios aumentan un
18% el riesgo de desarrollar este tumor . Este organismo evalúa periódicamente
cientos de evidencias científicas para ir actualizando su clasificación de
sustancias potencialmente carcinógenas para el ser humano. En este caso, tras
evaluar 700 trabajos científicos, un grupo de 22 expertos de 10 países
diferentes ha decidido elevar al grupo 1 de productos "cancerígeno para
los humanos" a las llamadas carnes procesadas, cualquier producto que haya
sufrido una transformación industrial (como jamones, lasañas preparadas, carnes
envasadas, salchichas...). En esa misma categoría de máximo riesgo ya figuran,
por ejemplo, el tabaco, el amianto o la contaminación ambiental. (http://www.elmundo.es/salud/2015/10/26/562e0c08ca4741ee2f8b4592.html).
El riesgo depende de la cantidad consumida, por ejemplo más de dos raciones
semanales representa un riesgo importante.
Por ello se aconseja no consumir mas de dos raciones semanales y
acompañarla de buenas ensaladas.
A largo plazo la mejor elección para una alimentación saludable es La dieta
mediterránea (DM). La tradicional dieta mediterránea (DM) es un conjunto de
hábitos saludables sobre comer, la forma de cultivar la tierra para producir
los alimentos, el respeto al medio ambiente y la siesta antiestrés.
Como forma de cocinado en la DM, predominan los platos de cuchara, los
cocidos, la plancha, los asados, las ensaladas, y se evitan los fritos,
barbacoas, ahumados, platos pre-cocinados industriales y embutidos.
En realidad, la expresión "dieta mediterránea" es un común
denominador o una síntesis de una realidad, pues no todos los pueblos del
Mediterráneo tienen la misma dieta, pero las dietas en estos países: Grecia,
España, Italia, Francia, Israel, el Magreb, etc. tienen unas características
comunes que las hacen especiales en relación al efecto protector sobre la salud
(menores tasas de enfermedad coronaria y cáncer, menor mortalidad y mayor
esperanza de vida de calidad).
Aunque difieren en la cantidad de grasa total, el aceite de oliva, el tipo
de carne blanca por lo general y la ingesta moderada de vino, queso y yogurt,
frutas, verduras, frutos secos y pescado son los componentes esenciales de la
DM.
Se reconoce que el efecto protector se debe a la sinergia de los alimentos
de la DM; pero hay un número de sustancias protectoras bien estudiadas como el
selenio, glutation, una proporción equilibrada de ácidos omega de cadena larga
(n-6):(n-3), los ácidos grasos esenciales, altas cantidades de fibra,
antioxidantes (en particular, el resveratrol del vino y los polifenoles del
aceite de oliva), las vitaminas E y C, algunos de los cuales han demostrado
estar asociados con un menor riesgo de cáncer, incluido el cáncer de la mama.
El contenido de antioxidantes, fitoestrógenos y otros fitoquímicos es mucho
mayor en la DM que en otras dietas, debido a verduras silvestres que son
fuentes ricas de ácido linolénico-α (LN-A), vitamina C, vitamina E y glutation.
Los efectos beneficiosos de los diferentes compuestos encontrados en las
verduras y frutas han demostrado ser útiles como anti-hiperglucemiantes,
anti-hipercolesterolémicos y con propiedades antitumorales en experimentos con
animales. Incluso, hoy en día, la mortalidad por cáncer de mama es menor en
Grecia que en los Estados Unidos, Japón y Europa.
El estudio “Lyon Herat” puso claramente de manifiesto los efectos
cardioprotectores y contra el cáncer en una población francesa que también
sigue una DM. La tradicional DM en su forma actual es la dieta que más se
parece a la dieta en la que evolucionaron los seres humanos desde el
paleolítico.
Estudio europeo prospectivo de cohortes sobre
relación entre Nutrición y Cáncer (EPIC)
El estudio EPIC se
diseñó como un estudio de cohorte prospectivo con inclusión de poblaciones con
una importante variabilidad en su ingesta alimentaria; con muestras de sangre
que posibilitarán biomarcadores; y la inclusión de personas sanas.
Estudio prospectivo de cohortes en 23 centros de 10
países europeos.
La Dieta se evaluó por cuestionario de frecuencia
de alimentos se utilizó la cohorte incluye 521.468 hombres y mujeres la mayoría
de edades comprendidas entre los 39 y 69 años, mientras que las muestras de
sangre están disponibles para 387.889 temas. Hasta la fecha, 24 185 casos de
cáncer han sido identificadas en el seguimiento de la cohorte. Las
publicaciones producidas por cada centro se puede consultar en la página web de
EPIC http://www.iarc.fr/epic/
Entre los primeros resultados relativos a las
asociaciones entre el cáncer y factores dietéticos, uno de los resultados más importantes
es el efecto protector de la ingesta alta de fibra y el consumo de pescado para
el cáncer colorrectal, mientras que la alta ingesta de carne roja o procesada
aumenta el riesgo.
En relación con el cáncer de pulmón el primer
análisis encontró un efecto protector de la ingesta de frutas, pero ninguna
asociación con el consumo de vegetales.
Por último, los datos de Cambridge apuntan un
resultado interesante en relación con el cáncer de mama: no se observó
asociación con la ingesta de grasas saturadas medido por cuestionario de
frecuencia de alimentos, pero de acuerdo con el registro de alimentos diario,
una ingesta diaria de mas de 35 g duplica el riesgo de cáncer de mama en
comparación con las mujeres que tenían la ingesta diaria de 10 gramos o menos.
En otro estudio reciente EPIC Potsdam (con 23.513 personas, entre 35 y 65 años, a las que se sometió, durante 7,8
años, a diversos cuestionarios y entrevistas sobre su estilo de vida,) se comprueba que el seguir los 4 consejos de
estilo de vida saludable (lo hicieron solamente el 9% de los participantes)
tales como: evitar la obesidad, no fumar, ejercicio (mas de 210 min. por
semana) y dieta saludable (rica en frutas y
verduras); tiene como beneficio una reducción de padecer enfermedades crónicas, el
riesgo de diabetes, el de ataques al corazón y un 50% las probabilidades de
sufrir un infarto cerebral.
Además, llevar un estilo de vida adecuado también reduce las
posibilidades de padecer cáncer.
En el estudio EPIC
en personas mayores con la Dieta Mediterránea seguida por la cohorte
EPIC-Ancianos En total participaron 74.607 hombres y mujeres, de 60 años o más
y sin enfermedad coronaria, ictus o cáncer, con información completa acerca de
la ingesta diaria en 2003. El aumento en la puntuación que mide la adhesión a
la Dieta basada en frutas y verduras se asoció con una menor mortalidad global,
un incremento de un punto, en la adhesión a la Dieta, se correspondió a una
reducción estadísticamente significativa del 14% en mortalidad.
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