Siempre en la historia de la humanidad ha habido personas (amantes
del dinero, poder y fama) que han intentado manipular a sus seguidores prometiéndoles
“paraísos” imposibles.
Esto acontece en populismos, extremismos políticos, ciertos
nacionalismos supremacistas y xenófobos.
Su discurso se basa en que para conseguir su “paraíso”
hace falta hacer ciertos sacrificios, eliminar al enemigo que ellos mismos han
creado y todo ello hay que hacerlo aquí y ahora, sin importar los medios.
Si hay que falsear la historia se falsea, si han que
adoctrinar a los niños, se hace, si hay que falsear la realidad se falsea por
un bien superior (“el paraiso” prometido).
Esta forma de actuar la hemos visto recientemente en el yijaidismo,
comunismo, en el nazismo y otras corrientes del siglo XX. Está basada en anular
la racionalidad de las personas y en exaltar su emotividad, que desconecten su
corteza cerebral y que activen su cerebro reptiliano. Que florezca el rencor,
odio y revanchismo.
Esto constituye una seria amenaza a nuestra democracia, a
nuestra convivencia y asi lo an puesto de manifiesto los historiadores alemanes
en este comunicado:
“La tarea de la ciencia histórica es
contribuir a una mejor percepción de los problemas actuales mediante el
análisis de los desarrollos históricos y resolver la complejidad de sus causas.
Sin embargo, las políticas actuales se orientan cada vez más por los estados de
ánimo que transmiten las encuestas de opinión y por la desbocada dinámica de
los medios de comunicación. Como historiadores, nos gustaría enfatizar que solo
pensar en periodos más largos de tiempo puede garantizar la viabilidad a largo
plazo de nuestro sistema político.
Por lo tanto, consideramos
indispensables las siguientes actitudes básicas de convivencia democrática en
el ámbito político y social:
Por un
lenguaje históricamente sensible, en contra de términos discriminatorios
La discusión política en
democracia requiere un lenguaje sucinto y marcado que resuma la propia
posición, pero que no niegue a los demás un respeto fundamental. Los insultos
de hoy dirigidos a los políticos como “traidores al pueblo” o a los medios de
comunicación como “prensa mentirosa” retoman el lenguaje antidemocrático del
periodo de entreguerras.
Por una
democracia parlamentaria, contra el populismo
La toma de decisiones políticas en
las democracias pluralistas tiene lugar en debates públicos que expresan la diversidad
de opiniones políticas e intereses sociales. Por contra, la idea de que existen
personas capaces de detectar y determinar una supuesta voluntad “única” de un
pueblo no deja de ser una ficción que sirve principalmente al propósito de
convertirse en invulnerable cuando se trata de exponerse al debate público. En
la República de Weimar, la idea de “voluntad popular” allanó el camino para un
movimiento cuyo “líder” se entendía a sí mismo como personificación del mismo.
Por una
Europa unida, contra el unilateralismo nacionalista
La unificación europea en nombre
de la democracia pluralista y de los derechos humanos inviolables es uno de los
logros más importantes del siglo XX. No bastan las estrategias nacionales de
resolución de problemas para abordar adecuadamente los desafíos políticos,
humanitarios, ambientales y económicos de un presente globalizado.
Por la humanidad y la ley, contra
la discriminación de los migrantes
La migración es una constante
histórica. A pesar de los problemas asociados, ha enriquecido a las sociedades
participantes en su conjunto, también a la alemana. Por lo tanto, es importante
trabajar hacia una política activa de migración e integración basada en el
pragmatismo que respete tanto los derechos humanos como el derecho internacional.
Por un
examen crítico del pasado, en contra de la perversión política de la Historia
La República Federal de Alemania
es hoy una democracia estable. A ello ha contribuido también el hecho de que,
tras resistencias iniciales considerables, la población alemana contempla hoy
en su gran mayoría de manera autocrítica y diferenciada la historia del
nacionalsocialismo.
En todo caso, todo manejo responsable del
pasado ha de partir de una ciencia histórica dispuesta a la autocrítica, libre en esencia de cualquier manipulación
política.
Sus hallazgos y conclusiones nacen de la investigación sobre fuentes y han de
resistir el debate crítico.
Solo así se hace posible preservar la
consciencia de cuáles han sido las condiciones históricas que han hecho posible
nuestra democracia y defender a esta frente a “hechos alternativos”, inventados
para favorecer a algunos”.
Extraido de:
Las reacciones a la resolución publicadas en
los medios de comunicación pueden seguirse aquí (Sophie Genske,
Materialsammlung . Reaktionen in
Presse und Rundfunk auf die Resolution des VHD 2018, in:
Zeitgeschichte-online, Oktober 2018, URL: https://zeitgeschichte-online.de/editorial/materialsammlung)
Referencia del texto de la resolución: Annette Schuhmann (Hg.), Resolution des Verbandes der Historiker
und Historikerinnen Deutschlands zu gegenwärtigen Gefährdungen der Demokratie ,
in: Zeitgeschichte-online, Oktober 2018, URL:https://zeitgeschichte-online.de/editorial/resolution-des-verbandes-der-historiker-und-historikerinnen-deutschlands-zu-gegenwaertigen