Vida tranquila, amigos, café y dieta mediterránea parece ser
el secreto de la longevidad
Las personas que viven en la isla
griega de Ikaria tienen una esperanza de vida muy alta; por
eso, desde hace años los investigadores han estado estudiando cuidadosamente
las razones por las que esta población supera con naturalidad la media europea
de longevidad y la mayoría de ellos viven más de 90 y 100 años.
Las razones pueden ser múltiples: la saludable dieta
mediterránea, el estilo de vida, la falta de estrés, el clima, etc. Pero
ahora, una nueva revisión del estudio Ikaria parece haber dado con la solución:
el secreto está en el café.
Los habitantes de la paradisíaca
isla griega de Ikaria tienen una de las tasas más altas de longevidad universal
y un alto porcentaje de envejecimiento activo y sano. De hecho, en Europa,
apenas el 0,1% de la población vive más de 90 años, mientras que en Ikaria este
porcentaje es del 1 %.
- Durante 12 años un equipo de
investigadores del Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU. analizó a casi medio
millón de personas con el objetivo de determinar cuál es la relación del
consumo de café con la mortalidad de los humanos. Los datos, que se publicaron
en Journal of Caffeine Research,
eran concluyentes: a medida que aumenta el consumo de café, se reduce
el riesgo de muerte.
- Para el alzhéimer.
Un estudio publicado en Journal of
Alzheimer Disease señalaba que el café, especialmente en personas
mayores de 65 años, podría evitar la aparición del alzhéimer.
- El consumo diario de cafeína
también podría tener un beneficio en el control de movimiento de las personas
con enfermedad de párkinson, según estudio publicado en Neurology.
- El café también puede ser un buen
antidepresivo: según un trabajo publicado en Archives of Internal
Medicine, el riesgo de depresión parece disminuir en las mujeres
cuando aumenta el consumo de café con cafeína.
-
Para el cáncer: Beber más de cuatro
tazas de café al día durante un periodo prolongado de tiempo reduce un 25 por
ciento el riesgo de desarrollar cáncer de útero, y, según un estudio de la Universidad de Harvard, despertarse cada
mañana con una taza de café podría reducir el riesgo de cáncer de endometrio en
las mujeres.
http://www.abc.es/salud/noticias/secreto-longevidad-esta-cafe-14535.html
El aceite virgen tambien parte de la dieta mediterranea nos ayuda a controlar el apetito con solo olerlo
Finalmente, en una serie de experimentos pudieron concretar que dos aldehídos aromáticos (hexanal y E2-hexenal) eran los candidatos más probables a ser responsables de la saciedad asociada con el consumo de aceite de oliva.
Esta no es la primera demostración de que el aceite de oliva puede ayudar al control del apetito. Otros investigadores habían informado ya hace cinco años en la revista 'Cell Metabolism' efectos similares pero con mecanismos diferentes que, en ese caso, estaban relacionados con la conversión intestinal del ácido oleico (el mayor componente del aceite de oliva) en una hormona conocida como oleoiletanolamida que es también capaz de controlar el apetito.
Esto no nos debe conducir a pensar que todas las grasas son inocuas o que reúnen las bondades del aceite de oliva y que, por lo tanto, podemos consumirlas sin mesura. El mensaje que nos debe quedar es que el aceite de oliva tiene cabida dentro de una dieta equilibrada y que su consumo sensato puede reportarnos todo tipo de beneficios desde cardiovasculares hasta neurológicos incluyendo el de no ser insensatos con el consumo excesivo de otros alimentos.
José Mª Ordovás* es director del laboratorio de Nutrición y Genómica del USDA-Human Nutrition Research Center on Aging de la Universidad de Tufts (EEUU), profesor de Nutrición y Genética, director científico del Instituto Madrileño de Estudios Avanzados en Alimentación (IMDEA) e investigador colaborador senior en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (Madrid).
El aceite virgen tambien parte de la dieta mediterranea nos ayuda a controlar el apetito con solo olerlo
Finalmente, en una serie de experimentos pudieron concretar que dos aldehídos aromáticos (hexanal y E2-hexenal) eran los candidatos más probables a ser responsables de la saciedad asociada con el consumo de aceite de oliva.
Esta no es la primera demostración de que el aceite de oliva puede ayudar al control del apetito. Otros investigadores habían informado ya hace cinco años en la revista 'Cell Metabolism' efectos similares pero con mecanismos diferentes que, en ese caso, estaban relacionados con la conversión intestinal del ácido oleico (el mayor componente del aceite de oliva) en una hormona conocida como oleoiletanolamida que es también capaz de controlar el apetito.
Esto no nos debe conducir a pensar que todas las grasas son inocuas o que reúnen las bondades del aceite de oliva y que, por lo tanto, podemos consumirlas sin mesura. El mensaje que nos debe quedar es que el aceite de oliva tiene cabida dentro de una dieta equilibrada y que su consumo sensato puede reportarnos todo tipo de beneficios desde cardiovasculares hasta neurológicos incluyendo el de no ser insensatos con el consumo excesivo de otros alimentos.
José Mª Ordovás* es director del laboratorio de Nutrición y Genómica del USDA-Human Nutrition Research Center on Aging de la Universidad de Tufts (EEUU), profesor de Nutrición y Genética, director científico del Instituto Madrileño de Estudios Avanzados en Alimentación (IMDEA) e investigador colaborador senior en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (Madrid).