Annus horribilis los hemos tenido todos (hasta la reina de GB), también días horribles en los que arrastramos el animo.
Para levantarlo se puede hacer ejercicio aeróbico, una inmersión en la música que te gusta, una charla, un capricho, y hasta el yoga o la meditación.
La buena noticia es que unos pocos segundos pueden cambiarlo todo, incluso nuestro estado de ánimo.
La doctora estadounidense Jill Bolte dedicó toda su carrera al estudio de la enfermedad mental y a cómo se refleja en el cerebro.
Llegó a la conclusión de que cada uno de nosotros tiene “el poder de elegir en cada momento quién es y cómo quiere ser en el mundo”. Bolte aconseja “cruzar a la derecha del hemisferio izquierdo y, simplemente sentir”, ya que las emociones “se pasarán solas”.
En concreto, llegó a cuantificar el tiempo de las emociones en 90 segundos, pasados los cuales la exaltación desaparece.
Aquí van algunos consejos exprés para alegrar el ánimo mas que con una ración de Tiramisu.
William James, psicólogo de la Universidad de Hardvard,
llegó a aseverar : “Si la persona no expresa la emoción, no llega a sentirla”
Si no lloras no estas triste. Si ríes estás alegre.
1. Sonreír.
Es tan sencillo como mover decenas de músculos de la cara.
La RAE lo define así: "Reírse un poco o
levemente, y sin ruido". Merece la pena intentarlo, porque la postura influye directamente en la emoción porque
proporciona una retroalimentación que estimula al cerebro.
2. Contar
un chiste sobre su tragedia. Funciona porque facilita el cambio de
actitud Relativismo de la situación, me rió de mi mismo y desdramatizo mi caso.
La idea fue propuesta en Terapia Racional Emotiva, de Albert
Ellis. Se hace uso de los chistes y las
hipérboles como fórmula “aniquiladora de tonterías”. Nada como exagerar las
propias miserias y verbalizarlas para darse uno cuenta de lo ridículas que
resultan. Con esta fórmula podremos permitirnos pensamientos catastrofistas del
tipo: “Es terrible”, “Oh, dios mío” o “No puedo seguir así”. 3. Enviar un emoticono a un amigo. El contacto social que todo lo cura si alguien nos escucha. O el enlace a una canción, un simple "hola
4. Ceder el sitio en el metro. Ir un paso más allá de lo social y mostrarse servicial tiene un efecto muy positivo en los demás, pero también en nosotros mismos. Tal y como expresaron varios psicólogos americanos en un artículo de Journal of Research in Personality. Sus datos coinciden con algunos preceptos de la Psicología Política, por la que se sabe que involucrarse en las propias creencias incrementa el bienestar. Los activistas, según los ensayos citados, manifiestan sentir mayor vitalidad que aquellos que no adquieren compromisos idealistas.
5. Tomarse una porcion (no una tableta) de chocolate. Aunque este consejo hay que tomarlo con cuidado si se es tendente a los hábitos compulsivos, existe una razón emocional para darse a la comida o para atiborrarse. Por definición, comer es una respuesta antagonista de la ansiedad, al igual que el propio sexo. Así lo explica el catedrático de Psicología Antonio Cano Vindel, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS). …
6. Pseudocomprar en la Red. Los estudios sobre la psicología del retail son casi infinitos, y se sabe que los americanos, por ejemplo, pasan hasta seis horas a la semana comprando. Aunque la etiología de la compra compulsiva no está del todo clara, los estudiosos de la materia lo relacionan con la dopamina; y neurocientíficos como Olsen descubrieron ya en el año 2011 que el comprar activa las mismas regiones cerebrales que las drogas. ¿Cómo aplicar estos preceptos para sentirnos bien sin caer en la ruina de la compra de impulso? Tan sencillo como realizar una compra online y no rematarla, o anularla después: engañaremos al cerebro, que vivirá la compra como real, pero sin el cargo en el extracto de nuestra visa.
7. Anotar, en una frase, algo hermoso de su vida. La expresión de gratitud es uno de los pilares de la psicología positiva. Es uno de los consejos de la autora Sonja Lyubomirsky, de la Universidad de California, autora del libro La ciencia de la felicidad. Recordar (o apuntar) dos o tres aspectos positivos de nuestra existencia nos llevará apenas unos segundos y, a cambio, tendrá unos resultados positivos impresionantes en nuestro estado de ánimo.
8. Mirar el vídeo de un gato. El gran fenómeno viral de quedarse embobado observando pequeños filmes de dulces animalitos ha resultado no ser casual, y lo ha demostrado una profesora de la Universidad de Indiana. Jessica Gal Myric se decidió a analizar la razón por la que los vídeos de gatos consiguen fascinar a los internautas. Para hacerlo encuestó a casi 7000 personas con el fin de descubrir por qué, en el año 2014, se subieron más de dos millones de vídeos de gatos a YouTube, obteniendo hasta 26 billones de visualizaciones y ganando por goleada a las demás categorías. Entre sus conclusiones estuvieron que los incondicionales de estos vídeos reportaban sentir más energía y positividad, a la vez que reducían el malestar emocional
Patricia Peyró Jiménez
Extraido de :
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